Un 8 de marzo diferente

Columna invitada

Hoy Día Internacional de la Mujer, es un día diferente en México a los demás 8 de marzo. Por primera vez en la historia una mujer ocupará la silla presidencial, con perdón del señor Máynez que ni fu ni fa.

Han pasado 70 años, ¡SÍ 70 AÑOS! desde que se promulgaron las reformas constitucionales en 1953 para que las mexicanas ejercieran su derecho a votar y ser votadas. La participación política actualmente, es un derecho incuestionable; sin embargo, durante siglos las mujeres no podían ejercerlo.
Después de manifestaciones, discursos y una lucha incansable, siguieron las cuotas de género para equilibrar casi por la fuerza o al menos por la obligatoriedad, la participación de hombres y mujeres en los órganos de toma de decisiones. Un largo camino para lograr lo que hoy tenemos: dos mujeres como candidatas a la Presidencia de México.

La desigualdad femenina “constituye un caso especial entre todas las discriminaciones sociales. No constituyen una clase social, ni un grupo específico; no son una comunidad, ni una minoría social o racial, atraviesan todos los grupos y pueblos y, en todos ellos, son una inseparable mitad. Acabar con las condiciones que han permitido su desigualdad social y política sería, después de la liberación de los esclavos, la mayor revolución emancipadora” (Villoro, 1997, citado en CEPAL, 2010).

Quién no ha escuchado: “cállese señora”, “a ver niña”, “están locas”, “a ver te explico”, “mamita”, “mi reina”, “las p…viejas”. El sistema patriarcal permea todos los estratos sociales y hay muchos retos pendientes para cerrar la brecha de género. 

La buena es que SOMOS MUCHAS: amas de casa, empresarias, funcionarias públicas, trabajadoras del hogar, activistas, deportistas, artistas y escritoras, que estamos juntas en la construcción de una sociedad mejor, donde las futuras generaciones tengan equidad en 4 áreas claves: salud, educación, economía y política.

Basta pensar en la absolución que el juez Martínez Vitela hizo del abusador de una niña de 4 años –hija de Victoria Figueiras, una mujer excepcionalmente valiente–, para darse cuenta que el sistema patriarcal está más vivo que nunca y que faltan siglos para terminar con esa brecha de género que pareciera eterna. Este es solo un ejemplo de millones de abusos en el sistema judicial, médico, político, periodístico, empresarial, etc. Señores piensen y dense cuenta. #Señoresdensecuenta

México tendrá, sin duda, una mujer presidenta y toda la oportunidad de volverse una nueva condición en temas de género y dar el ejemplo a muchos otros países. ¡Uff! Afortunadamente no somos ni El Salvador ni Argentina. Tampoco El Vaticano…

TAR