Urgencia Hídrica

Diálogo en silencio

Cuando los temas que nos aquejan como sociedad son analizados por los diferentes sectores, sin duda vamos de gane porque se ponen en el centro de la discusión para escuchar propuestas y alternativas.

Por ello reviste importancia el anuncio del Foro “Presente y Futuro del Agua” que se realizará el 25 de octubre en la capital mexiquense, en donde se analizará el tema del estrés hídrico, que ya se ha comentado en este espacio.

Una de las fuentes de información consultadas para argumentar la relevancia de ese tema es un estudio de Standard & Poor´s (S & P Global Raitings) sobre sostenibilidad, que se publicó en abril de este año. 

La Agencia Europea del Medio Ambiente señala que el estrés hídrico se produce cuando la demanda de agua supera la oferta disponible o cuando su mala calidad restringe su uso.

En el artículo se advierten tres conclusiones:

  1. Si no se toman medidas de adaptación, el número de estados mexicanos expuestos a un elevado estrés hídrico casi se duplicará a 20 (cerca del 60 por ciento del total de los estados) en 2050, frente a los 11 (que representan el 34 por ciento) que hay en 2020.
  1. Aquellos estados con mayor riesgo ya presentan escasez de agua y pueden experimentar menor crecimiento económico a medida que aumenten la frecuencia e intensidad de sequías.
  1. Un aumento en inversión en infraestructura hídrica (empujada por la necesidad de dotar del vital líquido) podría debilitar el desempeño presupuestal de estados y municipios y derivar en un mayor nivel de deuda.

La mala noticia es que el Estado de México se encuentra entre los 11 estados con alta exposición al estrés hídrico. Es un tema recurrente y la situación se agravará. 

De acuerdo con el reporte del Monitor de Sequía de México de fecha 15 de junio de 2023, que elabora la Comision Nacional del Agua y el Servicio Metereológico Nacional 72 municipios mexiquenses registran sequía, de ellos 71 es moderada y uno con niveles severos; mientras que 52 están catalogados como anormalmente secos.

Si se toma en cuenta el área de la entidad mexiquense sólo el 2.2 por ciento no tiene afectación con sequía; 36.5 por ciento del área está definida como anormalmente seca y 61.3 por ciento con sequía moderada.

Esa es la magnitud del problema de sequía en el Estado de México.

Las consecuencias son transversales y el estrés hídrico por supuesto perjudica a la población y a sectores como el gubernamental que diseña e instrumenta políticas en la materia que requieren cada vez de mayores recursos financieros y al sector industrial que genera inversiones.

Las industrias requieren del agua para sus procesos.

De acuerdo con la Fundación Aquae el top de industrias que consumen mayor cantidad de agua lo encabezan las industrias químicas; las industrias agroalimentarias y explotaciones ganaderas; la producción y transformación de metales; las industriales minerales, así como las relativas al consumo de disolventes orgánicos.

Por eso será interesante el Foro “Presente y Futuro del Agua” que organiza Canacintra, Concaem y sector empresarial, para conocer acciones y medidas resilientes que nos permitan enfrentar como sociedad esa crisis.

@periodistamex