2024, ¿una batalla contra invencibilidad de AMLO?

En los últimos meses, los números de aprobación del presidente Andrés Manuel López Obrador se mantienen firmes e inquebrantables. La última encuesta de junio realizada por TResearch revela un increíble 66.8 por ciento de respaldo popular, dejando a los detractores con un modesto 33.1 por ciento en desacuerdo. Ante esto, surge la pregunta inevitable: ¿es posible desafiar al mandatario y superar su arraigado apoyo popular?

No hay duda de que Andrés Manuel López Obrador ha cultivado una imagen que ha cautivado a gran parte de la población mexicana. Sin importar lo que haga o deje de hacer, parece que se mantendrá en esos niveles de preferencia durante todo su mandato. Esto plantea un desafío monumental para cualquier candidato o candidata que lance la oposición. Por parte de Morena, a quien presente en las próximas elecciones presidenciales presidenciales, irán, como se dice coloquialmente, en «caballo de hacienda», ya que es casi un hecho que la figura de López Obrador será nuevamente quien defina el resultado electoral desde La Mañanera.

El nivel de aprobación del presidente mexicano en el plano internacional, sólo lo supera Nayib Bukele, el mandatario de El Salvador, quien cuenta con un impresionante 93 por ciento de respaldo en su país. En tercer lugar, pero con una aprobación 15 puntos por debajo de AMLO, se encuentra la presidenta de Italia, Giorgia Meloni, con un 52 por ciento. Luego, con un 51 por ciento, se sitúa Lula Da Silva de Brasil. Andrés Manuel en segundo lugar. Estos datos ilustran la magnitud del reto al que se enfrentará la oposición del Frente Amplio por México en el proceso electoral de 2024.

Aunque algunas figuras políticas como Santiago Creel, Marko Cortés, Enrique de la Madrid, Beatriz Paredes, Claudia Ruiz y Miguel Ángel Mancera se están preparando para dar la batalla, es evidente que la mejor carta de Morena seguirá siendo AMLO. La última elección en el Estado de México, con el triunfo de la maestra Delfina Gómez, es un claro ejemplo de la dificultad de vencer al partido oficial. Lily Téllez ya decidió retirarse y sus razones tiene.

Ante esta situación, a la oposición no le queda más opción que medir sus fuerzas, reorganizarse y buscar avanzar en las diputaciones federales, las senadurías y las legislaturas locales. Estos son los espacios donde el presidente también centrará su atención y lo que ha denominado su «Plan C». Su objetivo es obtener una mayoría en el Congreso de la Unión para asegurarse de que todas sus reformas se aprueben antes de dejar el poder. De esta manera, quien asuma la presidencia, por supuesto estamos hablando de alguna de “Las corcholatas”, deberán dar continuidad a la llamada 4T para que él pueda retirarse con tranquilidad.

La tarea que enfrenta la oposición es ardua y requiere una estrategia sólida y unificada. Necesitarían articular propuestas convincentes que logren convencer a la ciudadanía y acaben con el mito de invencibilidad que rodea a López Obrador. Claro, parece imposible. Mientras, Claudia Sheinbaum, quien ya se siente segura de ser la elegida; Marcelo Ebrard, Adán Agusto López, quien maneja en su propaganda ser el más cercano al presidente; Ricardo Monreal y Manuel Velasco, hacen lo suyo. Veremos hasta dónde se mantiene la unidad, con el resultado de las encuestas.

DB