Inmersos en la sucesión

Apenas se empezaba a tomar un respiro por la conclusión de las campañas y el día de la elección a gobernadora en el Estado de México y se volvió a encender el activismo político, pero ahora rumbo a la elección presidencial del siguiente año.

Se elegirá al presidente o a la presidenta de la república para el siguiente sexenio, pero también es relevante, como todo proceso, porque estará en juego la renovación del Congreso de la Unión. Pesos y contrapesos.

En términos legales el proceso electoral inicia el próximo cuatro de septiembre; sin embargo, los tiempos se adelantaron y estamos inmersos en la sucesión. El Instituto Nacional Electoral considera una posible participación de 98 millones de electores que tendrán cita con la democracia el domingo 2 de junio del siguiente año.

Quien resulte electo o electa como titular del Poder Ejecutivo federal, hará historia por asumir el cargo en una fecha distinta a la establecida con anterioridad, era el 1º de diciembre; en esta ocasión, el presidente deberá dejar el cargo dos meses antes, es decir, el 1º de octubre del 2024.

Por lo pronto, el siguiente sábado estaremos exactamente a dos meses de que inicie de manera formal el proceso, aunque en términos prácticos la carrera presidencial inició desde semanas atrás y registró un relanzamiento después del 4 de junio cuando cayó el telón del día de la elección en Coahuila y el Estado de México.

Con lo que ocurrió en el Estado de México queda confirmada su etiqueta de laboratorio político del país. Quien dude que recuerde el camino que siguieron las entonces aspirantes Alejandra Del Moral y Delfina Gómez, hoy virtual gobernadora electa, para llegar a la contienda electoral.

Recordemos: en el caso de Morena, en el Estado de México también hubo encuestas, tres para ser precisos, que midieron preferencia y conocimiento. Fue así como la maestra Delfina Gómez resultó electa en el mes de agosto del año pasado como coordinadora de Comités de la Defensa de la Cuarta Transformación, esquema con algunas similitudes al que en estos momentos vemos en escenario nacional.

En el caso del PRI, aunque todavía sin confirmarse la alianza se eligió a Alejandra del Moral como su coordinadora por la Defensa del Estado de México en el mes de octubre del año pasado. Esas figuras de coordinadoras facilitaron el conocimiento y posicionamiento ante el electorado, sin que fueron observadas por incurrir en actos anticipados de campaña. 

Estos esquemas no son nuevos, antes en otros procesos, quienes tenían la posibilidad de abanderar a los partidos en las candidaturas recurrían a foros de análisis o legislativos. Ahora estamos inmersos en los procesos de elección de coordinadora o coordinador. Mientras no haya llamados abiertos a pedir el voto, pueden avanzar en el marco de lo permitido.

Hay varias preguntas que se podrán responder conforme vayan avanzando las etapas del proceso: ¿Cuál elección tendrá más intensidad: la del presidente o la de senadores y diputados?

¿Habrá voto lineal, es decir que el elector opte por una opción y marque por todos los cargos; o habrá voto diferenciado? ¿La oposición tiene posibilidad de competir por la presidencia o deberían poner todas las canicas en el legislativo? ¿Regresaremos a los tiempos de partido hegemónico? La moneda está en el aire.

@periodistamex

DB