A propósito del PRI

El domingo por la tarde nos enteramos que el PRI modificó sus estatutos, con ello, los actuales dirigentes nacional, estatales y municipales de ese partido tienen la posibilidad de reelegirse hasta en un periodo de ocho años. No pasaron más de 72 horas y algunos de los que en algún momento fueron sus cuadros importantes ya analizan la conformación de un nuevo partido político que integre a quienes están enojados por esa determinación o enemistados con Alejandro Moreno Cárdenas “Alito”.

Si bien es un asunto interno del tricolor, no podemos perder de vista que se trata del otrora partido que gobernó a este país durante 70 años y es posible enmarcarlo en un tema de crisis por la que atraviesan algunos partidos políticos, principalmente los que llevan más años de existencia.

Ayer en un espacio radiofónico Miguel Ángel Osorio Chong, ex gobernador de Hidalgo con profundos vínculos políticos con el Estado de México -hay que recordar que fue delegado del Comité Ejecutivo Nacional del PRI en la campaña de Eruviel Ávila Villegas a la gubernatura del Estado y ocupó la secretaría de Gobernación en el periodo presidencial del mexiquense Enrique Peña Nieto- dio a conocer que “analiza” la creación de un nuevo partido con priistas enojados o enemistados con el actual dirigente Alejandro Moreno Cárdenas.

Pero el distanciamiento con “Alito” viene de tiempo atrás; en el 2023 hay que recordar que varios senadores entre ellos el propio Osorio Chong, Eruviel Ávila, Claudia Ruiz Massieu y Nuvia Mayorga renunciaron al tricolor inconformes con la conducción del partido.

La conducción de un partido político se mide en función de los resultados y la actual dirigencia nacional tricolor trae consigo la derrota en un número importante de gubernaturas, incluido el que fue bastión priista a nivel nacional: el Estado de México. 

En el caso de las gubernaturas: En el 2019 el PRI mantenía 12 gubernaturas; dos años después, en 2021 perdió ocho; en el 2022 sufrió revés en Hidalgo y Oaxaca y en 2023 como ya mencionamos perdió el Estado de México.

Veremos qué sigue en esta trama política y si el PRI es capaz con un nuevo andamiaje estatutario de sobrevivir en el espectro de la oposición, que no es nada sencillo si observamos los resultados que favorecieron abrumadoramente al Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) el pasado 2 de junio. Sin duda esa victoria de Morena ocasionó un cisma en los partidos políticos antagónicos, veamos el caso del Partido de la Revolución Democrática.

Mientras el PRI, y en general los partidos políticos, continúen sin una profunda autocrítica y alejados de las causas ciudadanas; si continúan ensimismados, están condenados al fracaso. El tiempo dará o no la razón a este argumento.

Cuando el partido político ya no representa a diversos sectores sociales y se aleja de las causas ciudadanas, se vuelve obeso, con una pesada estructura que no responde a las nuevas circunstancias y a los nuevos retos.

Sin duda son tiempos de ajustes y de cambios, el más importante es el generacional, ya que a los partidos políticos les hacen falta más cuadros juveniles.

Veremos cuál es el derrotero del PRI, a partir de sus cambios estatutarios y en general el sistema de partidos políticos en México.

@periodistamex

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