Acercan obra de José María Velasco a los niños
La lección a los pequeños de ir tras sus sueños para poder ser felices
Uno de los públicos consentidos en la programación de Cultura y Deporte en un Click 3.0, que emite la Secretaría de Cultura y Turismo en redes sociales, es el infantil, por ello presenta actividades que, de manera lúdica, lo guían al aprendizaje y la diversión.
Así, en el programa Cultura a la Talla, que ahora fue Talla Chica, se presentó un cuento a cargo de Cuentrova, un grupo que tiene como objetivo ofrecer recitales de música y narración en donde los valores, el conocimiento y la alegría contagian a las familias.
Fue Isidro Delgado, acompañado de su guitarra, quien narró la vida y obra de José María Tranquilino Francisco de Jesús Velasco Gómez Obregón, quien nació el 6 de julio de 1840, en Temascalcingo, y es mejor conocido como José María Velasco o, en este cuento, como “Chemita, el niño pintor”.
Amante no sólo de la pintura, sino también de la botánica, Chemita desde muy pequeño soñó con dibujar los horizontes, haciendo de su vida un cuento para colorear; por ello, siguiendo sus sueños, nunca dejó de pintar hasta convertirse en el mejor paisajista de México.
Con mucha energía, Delgado contó que Chemita, al contemplar los paisajes que iban apareciendo en los viajes que hacía con sus padres, valles y montañas bañadas por el sol, fueron los elementos naturales que lo inspiraron en el arte, jurándose a sí mismo, convertirse en gran pintor.
Entre música y narración, los pequeños cibernautas conocieron la vida de este artista, que cuenta con un museo dedicado a preservar su obra, el Museo del Paisaje José María Velasco, que se ubica en el corazón de la capital mexiquense.
Posteriormente, Isidro regaló otro cuento a las niñas y niños, “La Princesita distraída”, el cual acompañó con un instrumento llamado palo de lluvia y que trata de que aquella princesa era la más hermosa, aunque sumamente distraída, tanto que olvidó su propia boda.
Después de ese hecho la llamaron “loca”, pero quizá su distracción no era un defecto, sino que no estaba enfocada en sus sueños, y aunque tenía cuanto podía desear, no era feliz, ya que no le agradaba ser sólo una princesa, ella tenía por anhelo convertirse en una gran actriz.
Así que, enfrentó a la gente, dejó de ser una princesa que no hacía nada más y fue tras su sueño.
Ambos cuentos dejaron en los pequeños la lección de ir tras sus sueños para poder ser felices. Para disfrutar de muchas más actividades, la Secretaría de Cultura y Turismo pone a disposición del público sus redes sociales Facebook y Twitter @CulturaEdomex.