Agua: el futuro ya nos alcanzó… y rebasó
La pandemia Covid-19 exhibió la obsolescencia del Sistema Cutzamala
Por Alejandra Reyes
La pandemia por Covid-19 no sólo ha originado cambios en nuestros patrones y estilos de vida; ha desvelado las carencias del sistema de salud y ha puesto en evidencia la obsolescencia del sistema hidráulico en el centro del país, matizado por un anquilosado Cutzamala, agotado, y que nos demuestra que el futuro ya nos rebasó.
Según Rubén Tovar, director general de Operaciones y Atención de Emergencias de la Comisión del Agua del Estado de México (CAEM), el Sistema Cutzamala tiene una diferencia importante de 174 millones de metros cúbicos, comparada con sus niveles históricos.
En un tiempo, advierte, en 10 o 15 años, este Valle de México tendrá problemas graves en la temporada de estiaje, porque el recurso del agua han bajado en los últimos años; la escasez irá acompañada de baja calidad para los municipios y las alcaldías más al oriente de esta región.
La sequía más grave de los últimos 25 años
La falta de este recurso natural en varios municipios del Estado de México, explica el funcionario, no sólo se debe a la sequía más grave que se ha registrado en los últimos 25 años, sino al crecimiento de la población en el Valle de México, pues de los más de 17 millones de habitantes que tiene la entidad, 50 por ciento se concentra en esta zona.
Eso ha cambiado el clima por la gran cantidad de viviendas y los enormes kilómetros de carreteras. Las escasas zonas arboladas no han permitido que los mantos freáticos se abastezcan y entonces dependemos mucho de la temporada de lluvias.
Además, agrega Tovar, la infraestructura hidráulica de los municipios (que en algunos casos alcanza hasta los 50 años) ha ocasionado que con las fugas se desperdicie 30 o 40 por ciento el vital líquido.
“A esta situación debemos agregar el cambio de paradigmas del último año, derivado de la pandemia. Antes, la gente se lavaba las manos tres veces al día, y lo hacía en un lapso de cinco segundos; hoy, la gente se lava durante 20 segundos y además lo hace aproximadamente 10 veces al día. Sólo el lavado de manos aumentó 12 veces la demanda de líquido”.
Por otro lado, el director general de Operaciones y Atención de Emergencias de la CAEM, señala que el Sistema Cutzamala cumplirá este año 39 años de haber sido inaugurado (3 de mayo de 1982), siendo considerada una de las obras más importantes en el mundo, porque abastece de agua a la Ciudad de México y el Valle de México los 365 días del año.
Eso ha ocasionado que los gobiernos municipales, estatales y hasta el federal, durante ese lapso, se conformaran y no buscaran otras alternativas de abastecimiento del agua y toda la carga se la dejaran al Sistema Cutzamala, considerado uno de los cinco proyectos de ingeniería mundiales más importantes.
La Comisión del Agua del Estado de México (CAEM) ha solicitado a los municipios del Valle de México que busquen nuevas fuentes de abastecimiento, así como detectar fugas no visibles
Hace años se hablaba que, si no se cuidada el agua, la gente sufriría de una fuerte escasez e incluso se registrarían conflictos sociales; pues, al parecer, esas profecías ya nos alcanzaron, dijo el funcionario estatal.
Este 2021, explicó Tovar, se está sufriendo un fuerte desabasto porque el año pasado casi no llovió y las presas que abastecen el Cutzamala están en niveles muy bajos, como la Presa Villa Victoria, Valle de Bravo y el Bosque, en Michoacán, las cuales tienen un almacenamiento del orden de los 402 millones de metros cúbicos, cuando deberían estar en 576 millones de metros cúbicos, que es el volumen histórico. Es decir, su volumen es un 73 por ciento y se tiene sólo 51 por ciento.
Hay otras fuentes
El Cutzamala no abastece 100 por ciento a los municipios; tienen sus fuentes propias, de esa manera fortalecen su abasto; se han echado a andar pozos. Se les ha ayudado para arrancar bombas y cambiar las líneas hacia tanques de la CAEM para tener más presión del agua.
Los municipios, insistió el funcionario estatal, deben rehabilitar pozos, generar nuevas y, de manera importante, trabajar en la detección de fugas no visibles, porque una buena cantidad se desperdicia por esa vía.
La CAEM apoya a los ayuntamientos para reparar fugas, al momento llevan 31, en las zonas donde pasa el Acueducto, en Naucalpan, Coacalco, Huixquilucan, Tultitlán, “por eso recuperaron 210 litros por segundo”.
El desperdicio de agua, explicó el director general de Operaciones y Atención de Emergencias de la CAEM, sí es de 30 o 40 por ciento, pero sólo se detecta cuando aflora el líquido por la banqueta; también hay aquellas que no se ven y son más delicadas; se usa equipo especial para detectarlas y deben repararse de inmediato, porque afecta el abasto.
El funcionario del gobierno estatal destacó que la Comisión de Aguas del Estado de México busca llegar a 100 por ciento de eficiencia física y evitar las fugas, para que no se quede el agua en el camino. La dependencia entrega el líquido en bloque, los municipios la toman y la distribuyen en su territorio.
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