Alejandra del Moral ofrece colaborar con AMLO

La camioneta gana kilómetros en la concurrida ruta Tlalmanalco-Chalco. Muy pocos advierten a esa hora de la tarde quién conduce. Alejandra del Moral, precandidata de la Alianza Va por México (PAN PRI, PRD, NA) lleva el volante y conversa con la misma cautela de quien esquiva un bache en la carretera.

–La capacidad, la experiencia, el valor, es lo que opera ahora. Eso va a ser decisivo.  En mi trayectoria he aprendido que a la gente no le importa si eres de izquierda o de derecha. Le importa lo que hagas bien, lo que le sirva.

Hace algunos minutos terminó una reunión alegre. Una de las seis actividades del día de precampaña.

Militantes y simpatizantes de la alianza, sobre todo del PRI; como la Banda de Guerra de la Confederación General de Trabajadores, cuyos doce tambores y cuatro cornetas atropellaron el mediodía, o esas mujeres del comercio, esos trabajadores del campo agrupados en el salón de fiestas Tangolunda, abrumado por el sol viejo cuya luz se resbalaba desde los volcanes, todos agrupados en torno de esta mujer cuya sonrisa los saluda..

Algunos tienen, como un tatuaje de marcador negro, la palabra “VALIENTE” en el antebrazo. La habitual escenografía de los millones de mítines priistas de toda la vida. Globos, pancartas, mantas, banderitas, un elocuente maestro de ceremonia, como todos experto en el “ya viene, ya estará qué en unos momentos nuestra precandidata, saludemos todos a Ale, Alejandra del Moral” y los aplausos, y el ropaje habitual en estos casos.

Y la precandidata con una blusa blanca con bordados de escudos y lemas. Todo el día, todos los días.

–Me siento muy contenta, muy bien. Hace unos meses me decían, no esto ya está perdido, ya el estado está entregado, y ahora veo cómo crece la aceptación. No va a ser fácil, pero ahí vamos.

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¿No afectan los problemas de la alianza, los conflictos en la dirigencia del PRI?

–Nosotros aquí en lo local estamos enfocados en ganar. Esa es nuestra ocupación ahora. No tenemos tiempo para pleitos, divergencias o cosas así. Aquí está, en el Estado de México, lo mejor del PRI, lo mejor del PAN y del PRD. Estamos dedicados a ganar y así vamos a seguir.

Al salir del acto, Alejandra sube a su camioneta. Vamos a Chalco. Habituamos tiempo para la entrevista. Aprovechamos el trayecto.

Algunos han insinuado que esta campaña es “la guerra de las tarjetas”; la del Bienestar contra el Salario Rosa.

Sonríe. Y responde:

–Se trata de tener lo que le ayuda a la gente. Te pongo el ejemplo del 17. El gobierno federal pone millones de apoyos, o sólo los programas de Adultos Mayores; jóvenes, fertilizantes, (ahora mismo están entregando fertilizantes al por mayor), pero yo sí creo que esta elección va a ser completamente distinta.

Y define:

–No es lo mismo el lopezobradorismo, que el morenismo. Aquí muchos de los municipios ya vieron, lo que es el morenismo, lo que es la inexperiencia, lo que es estar solamente diciendo, a ver qué se me ocurre hoy. La gente lo valora. La gente sabe que quiere algo profesional para sus hijos, y sí, sí pueden ser un factor importante los demás programas sociales, pero van a ser, muchos los otros factores de esta elección.

–Si tú ganas podrás probar que en muy poco tiempo los programas sociales dejaron de ser el factor decisivo del triunfo electoral, le digo.

–Es que yo estoy convencida de que son derechos adquiridos. La gente hoy, hay gente que salió adelante gracias a un programa social con una beca, con una despensa, con una tarjeta Rosa, con un programa de adultos mayores… sabe que les pertenecen, que son de ellos. Quizá tengan alguna gratitud con alguien que los pudo en ejercicio, pero hoy son muchos más los factores en una elección.

–Quizá ya se pasó el imán que atraía votos por la sorpresa de los programas… ahora son algo enraizado en la relación entre el gobierno y el ciudadano. La política no es cosa de ganar o perder; es decir, no se trata de pensar si yo gano, tú vas a perder el Salario Rosa o si tú ganas yo voy a perder mi Adulto Mayor. Se trata de construir, de resolver en equipo pensando en la gente. Sí creo que hay que ser valientes para defender lo que está bien y lo que le ayuda a la gente.

–No importa quien lo haya aplicado primero.

–No importa, si les ayuda. De ahí viene el verdadero cambio de hacer política. Hace unos días yo subí un video sobre el Aeropuerto Felipe Ángeles, hubo un poco de polémica. A ver, el aeropuerto ya está, ya le invirtieron miles de millones de pesos.

–Ni modo que lo tires como tiraron el otro, acoto…

–Claro. Hay que hacerlo funcionar. Los accesos los hizo, todos, el gobierno del estado, entonces, si detonamos esa región ¿a quién le va a ayudar? Pues a la gente.

-Y si vamos a ganar, me va a tocar gobernar un año con el Presidente López Obrador, y no me voy a pelear con él, con López Obrador.

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Hace una pausa y sigue. La luz de un semáforo ha cambiado.

–Yo lo que quiero es que le vaya bien a mi estado y él es el Presidente de la República, y luego los siguientes cinco años de mi gobierno veremos cómo nos va con la elección del 24. Hay que estar súper conscientes de eso.

–Por eso te digo que en el Estado de México comienza la reconciliación del país y empieza una nueva política, y el PRI también tiene que aprender. Yo que vengo del PRI, el PRI que perdió el rumbo, que perdió la causa, que nos arrebataron las banderas y que ahora se tiene que reinventar en la reconciliación del país, en la vocación de sumar que es el verdadero cambio que necesita el Estado de México.

Lamenta:

–Nosotros hablamos de sumar y de reconciliar, y ellos hablan de quitar el Salario Rosa, no, pues estamos…

–Ya se ve allá cerca el deportivo donde Alejandra del Moral tendrá el último de los encuentros del día con simpatizantes y militantes.

–Bueno, pero en las plazas peleas contra tres, porque en toda la campaña Higinio (Martínez) y Horacio (Duarte), protegen a doña Delfina. Ellos andan de “jilgueros”. Es como luchar contra tres, como “relevos australianos” que les llaman en la Lucha Libre…

Sonríe y dice:

–Yo no necesito el manto sagrado, yo no necesito que alguien hable por mí, soy capaz de sacar mi compromiso sola. Yo confío en mi capacidad, en toda mi vida como servidora pública, y podido hacer mis cosas por mí misma, como los mexiquenses, valientes.

“Ya llega nuestra precandidata, recibamos con un aplauso a Ale, a Alejandra del Moral”, dice el ubicuo maestro de ceremonia.

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