Asamblea Universitaria UAEMéx: Voces que buscan hacer eco

En los pasillos de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMex), persiste un eco de resistencia: la Asamblea Universitaria, un movimiento estudiantil que, desde las sombras de la burocracia, lucha por transformar no solo su casa de estudios, sino la sociedad. 

El movimiento es el resultado de “varias luchas”

Axel Arellano de la Cruz, estudiante e integrante del movimiento, define su lucha como la búsqueda de una universidad democrática, libre de violencia, gratuita y crítica, que sirva al pueblo.  

“La Asamblea Universitaria UAEMéx somos un grupo de estudiantes que luchamos por una universidad democrática, una universidad libre, una universidad también libre de todo tipo de violencia, hemos luchado por una universidad gratuita, una universidad que sea crítica y que sobretodo una universidad que se dirija hacia las necesidades sociales. Consideramos que es el mismo pueblo quien paga nuestros estudios y de alguna manera, tenemos la obligación de retribuir esta gran ayuda, brindándoles nuestro conocimiento a favor de mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos”, comentó.

Buscan una transformación social de la institución

Resaltó que los estudiantes organizados por una mejor universidad enfrentan barreras, siendo una de las más difíciles la lucha contra lo que llamó “la verdad hegemónica que se reproduce en las aulas y en la vida cotidiana”. Esta visión individualista de la educación, aseguró,  ignora la deuda social que la universidad tiene con el pueblo. 

Apuntó que otra gran barrera es la burocracia universitaria, que solo mantiene el poder en manos de un grupo reducido. Esta estructura impide cambios y funciona como un sistema monárquico dentro de la universidad.

Orígenes entre Ayotzinapa y la memoria del 76.

La Asamblea no surgió de un vacío. Su raíz se hunde en el impacto de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa en 2014, un hecho que detonó la organización estudiantil. 

“Podríamos decir que la Asamblea Universitaria de manera formal surge con la desaparición de los compañeros de la normal rural de Ayotzinapa. Los estudiantes, preocupados por la violencia respaldada por el Estado, decidieron crear una organización orgánica y permanente”, explicó Axel.

Pero su historia se entrelaza con luchas pasadas que “labraron” la ideología estudiantil.

“Recuperamos el movimiento de 1976, cuando estudiantes lograron un consejo paritario, y el llamado a la autonomía de la Universidad de Córdoba en 1918. Somos consecuencia de esas luchas, no de un inicio espontáneo”, apuntó.  

Demandas: Seguridad, transporte y democratización.

Entre sus exigencias destacan la seguridad dentro y fuera de las aulas, un tema vigente desde sus inicios. 

“La inseguridad es algo que vivimos todos los días. Nuestro carácter de universidad para el pueblo nos obliga a enfocarnos en problemáticas sociales. La demanda de seguridad es primordial: caminamos con miedo latente a que nos pase algo”, comentó.

La resistencia y la lucha suele dar victorias, que en este caso incluyen el Potrobús como una de estas.

“El transporte universitario gratuito es consecuencia de la lucha estudiantil. Cuando se intentó subir la tarifa, estudiantes de distintas facultades salieron a manifestarse. En mesas de trabajo, obtuvimos ese triunfo colectivo”, compartió.

También lograron reducir costos de materiales educativos y digitalizar antologías. Sin embargo, la seguridad sigue siendo una prioridad.

Además, señaló que la democracia implica el libre y universal acceso a la educación, garantizando que los estudiantes de universidades públicas no se preocupen por su alimentación, transporte o vivienda. Se propone la implementación de comedores universitarios, transporte gratuito y casas del estudiante ante los altos costos de renta. Estas son demandas históricas de la comunidad estudiantil. 

Movilización: Un acto de necesario contra el olvido

Para la Asamblea, la protesta es vital en un mundo dominado por la inmediatez que vuelve la vida “líquida” y que construye “muros” para quienes buscan alzar la voz.

  “La movilización rompe el silencio que el poder impone. Hoy, en un mundo de información líquida, mantener la conciencia colectiva es difícil. Pero resistimos: la universidad debe formar intelectuales que sirvan al pueblo, no a la clase dominante. Los jóvenes se indignan un día y al siguiente pasan a otra cosa, pero resistimos. Buscamos un proyecto educativo alternativo, que no reproduzca un sistema opresivo. Para eso, necesitamos democratizar la UAEMéx: votación directa para la rectoría y planes de estudio decididos por todos”, puntualizó.

En los corredores de la UAEMéx, donde las decisiones suelen tomarse tras puertas cerradas, crece un reclamo que desafía la estructura vertical del poder universitario. Entre murales pintados con consignas de luchas pasadas y aulas que repiten modelos obsoletos el movimiento denuncia un sistema fracturado.

“Es una simulación. Exigimos votación directa para elegir rectoría y participar en planes de estudio. La educación debe ser un espacio donde todos decidamos, no solo unos cuantos consejeros que legitiman al poder”, señaló.

Un llamado a la unidad.

La Asamblea llama a una reunión en la Facultad de Humanidades para el próximo martes que trasciende las aulas. Entre carteles desgastados por el tiempo y paredes que han sido testigos de marchas y consignas     

“Es un llamado a la comunidad universitaria a organizarse. El día martes, nosotros, la Asamblea Universitaria UAEMéx, estamos convocando a una asamblea precisamente para tocar este tema que hoy estamos hablando: la democracia universitaria, en la explanada de la Facultad de Humanidades.”, concluyó 

Entre sombras y discursos que, señalan, buscan minimizar su lucha, la Asamblea Universitaria UAEMex insiste: su voz busca generar eco de resistencia que envíe un mensaje de equidad.

Axel Arellano, miembro de la Asamblea Universitaria Uaeméx, recalca que entre los objetivos de la agrupación está la democratización de la máxima casa de estudios. Foto Brian Prado

PAT

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