Atienden en Edomex a hombres violentos con terapia psicológica 

La intervención psicológica es una herramienta para enfrentar la violencia de género en la entidad con más feminicidios del país

Marco, quien reservó su nombre real, asiste al Centro de Masculinidades Positivas (CeDeMas+) de la Secretaría de las Mujeres desde hace dos meses por mandato judicial, fue detenido por golpear a su esposa y, aunque no tuvo que estar en la cárcel, tuvo que asistir al Centro. 

Sobre esto compartió que el principal reto fue superar los prejuicios sobre la terapia psicológica y soltar lo que le afectaba a él y a su familia.

“Yo soy albañil, vengo de lugares rurales y no conocía esto, me ha ayudado bastante porque necesitamos de psicólogos, muchas veces tenemos un conocimiento que no es adecuado, ahora tengo más comunicación con mis hijos, mi esposa y en mi trabajo”.

Compartió que tomaba y fumaba mucho, tenía amigos de cantina, solo pensaba en el dinero y estaba a punto de perder a su familia, “yo era puro trabajo y trabajo, al final unas caguamas, ahora es muy diferente”.

Pero, no solo cambió él, también cambió su entorno y tuvo un impacto positivo en las personas que lo rodean. El camino no ha sido fácil porque se enfrentó a sí mismo, a las malas amistades e incluso a las burlas.

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El cambio voluntario

Dos conductores del transporte público se pelean a gritos en la calle, entre la guerra de insultos están los usuarios sin saber qué hacer ante la violencia que ven a diario en diversas formas.

En uno de los camiones viaja José, quien, al ver la escena, recuerda la razón por la que asiste al CeDeMas+. 

“Esto pasó de camino al Centro, es un ejemplo, ahí hay un signo de que algo está pasando, está normalizado, si no lo trabajas va a escalar y no va a ser solo un insulto, se van a bajar o confrontar, es donde se necesita ayuda”, aseguró José, quien prefirió no usar su nombre real.

El día que decidió buscar ayuda fue en medio de una crisis, pero las opciones no eran gratuitas, hasta que encontró el Centro, al cual llamó a través de una línea telefónica y habló con un psicólogo.

“Me preguntó cómo estaba, qué había sucedido. Me llamó la atención que era de hombre a hombre, porque está muy estigmatizado en la sociedad, pero aquí no fue así, fue empático, me atendieron psicológicamente y trabajo social fue a evaluarme”.

En estos espacios, se da seguimiento psicológico a personas identificadas como generadoras de violencia o que se reconozcan en el ejercicio de ésta; los hombres que llegan de forma voluntaria o por un proceso judicial, toman terapia individual y grupal para resignificar sus ideas machistas formadas desde la crianza y el entorno.

En este lugar, dijo, ha reflexionado sobre lo que significa la masculinidad y se cuestionó quién es, qué hace, por qué lo hace, para qué, a dónde va y qué quiere, “hay muchas situaciones que ahorita abordo de diferentes formas”. 

El estigma de la terapia

Los entrevistados afirmaron que durante su proceso fueron objeto de estigmas sociales en torno a la terapia y al abandono de conductas que se alejan del estándar del pensamiento machista.

Se encontraron con insultos y descalificaciones como “no seas cobarde” y “sin llorar como niña”, lo que le generó incertidumbre y miedo al cambio, así como tensión de alejarse del conflicto y la falta de autocontrol.

Así lo confirmó el psicólogo del Centro, Manuel Jiménez Legorreta y aseguró que para visitar a un psicólogo no se necesita estar loco sino querer cambiar sus condiciones de vida.

Buscan reconfigurar la idea que se tiene sobre la masculinidad, la cual, no está estandarizada porque tiene que ver con el entorno y la crianza, “no basta con que te veas o te vistas como hombre, por eso la masculinidad se puede resignificar”.

En este sentido, subrayó que lo masculino se ha relacionado con alejarse de lo femenino y que la única expresión que puede tener es el enojo: “Estás triste, enójate”, “quieres llorar hazlo con rabia”, entre otras. 

Aunado a que se vincula a la masculinidad con actitudes y prácticas violentas; por ello, precisó que la violencia no es invisible ni inconsciente y por ende deben hacerse responsables de sus prácticas.

“Porque la violencia busca control, poder, dominación sobre el otro, porque otorga privilegios y es difícil perder privilegios”.

Con esto sobre la mesa, explicó que la atención psicológica toca lo emocional desde un ámbito reeducativo, para que dejen de creer que la masculinidad es todo lo alejado a la mujer y entiendan que es más cercano a la empatía, a la emoción y al compromiso.

“No existe el hombre deconstruido, separado de las prácticas violentas, porque todos estamos en constante cambio todos los días, hay que resignificar todo el tiempo”.

Por eso, el especialista recomendó a los hombres que ejercen violencia “observar lo que haces, los resultados que tienes y cuestionarte: ¿es el estilo de vida que estás buscando?”. 

Qué son los CeDeMas+

David González Romo, coordinador de los CeDeMas+, explicó que en lo que va de la presente administración ya suman 26 mil 921 atenciones de personas que ejercen violencia de género.

“Cuando llegan hay dos formas de intervención, el individual que cuenta con tres tipos de profesionales: psicólogo, trabajo social y jurídico; y la segunda que es en grupos de reflexión que son sesiones de manejo grupal donde se desarrollan temas para sensibilizar”.

Pueden llegar canalizados de un juzgado por orden de la fiscalía a través de los ministerios públicos o voluntariamente, en ambos casos el objetivo es el mismo: erradicar prácticas violentas, principalmente la ejercida contra las mujeres.

En lo que va del año, 56 por ciento de los usuarios llegan de forma voluntaria y 44 por ciento son canalizados por una orden judicial.

Dijo que se trata de un espacio que coincide con la necesidad de un estado que cuenta con Alertas de Género en 11 municipios, “hay que crear estrategias que no solo se dirijan a quienes viven la violencia, también atacar la problemática desde quien ejercen las prácticas de violencia”.

Explicó que los usuarios llegan buscando una solución a problemas o conflictos en la relación de pareja o al interior de la familia, por lo que se les da seguimiento a través de 35 sesiones extendidas a lo largo de seis meses como mínimo, atención psicológica de 20 sesiones personalizadas y 20 sesiones más de grupos de reflexión.

La Secretaría de las Mujeres cuenta con estos espacios en Ecatepec, Ixtlahuaca, Naucalpan, Toluca y Valle de Bravo, en los que, tan solo en 2021, brindó 5 mil 007 asesorías y hasta septiembre de 2022 ya sumaban 7 mil 068, según información de transparencia.

Quienes estén interesados en asistir de forma voluntario, pueden llamar a la línea “Hombre a hombre” 800-900-4321, donde se les brindará información y canalizará al espacio más cercano según el municipio de procedencia para recibir atención gratuita.

TAR