La concesión de la Autopista Atizapán–Atlacomulco (ATAT) otorgada el 25 de abril de 2014, integró evaluaciones de impacto en derechos humanos, proyectos comunitarios y acciones ambientales para prevenir conflictos y promover el desarrollo social en nueve municipios del Estado de México.
El nuevo eje carretero de 77 kilómetros que pretende conectar el centro con el norte del país, fue integrado a un caso de estudio sobre cómo un proyecto de infraestructura puede integrar la sostenibilidad social y el respeto a los derechos humanos en su construcción.
Aplican estrategia de sostenibilidad y derechos humanos en autopista Atizapán–Atlacomulco
La empresa concesionaria Aleatica, junto con el Instituto de Derechos Humanos y Empresas de la Universidad de Monterrey (UDEM), identificó los riesgos para prevenir conflictos con comunidades aledañas.
De acuerdo con el director del Instituto, Humberto Cantú Rivera, en la evaluación de impactos realizada en esta obra se detectaron 41 posibles afectaciones relacionadas con 17 derechos reconocidos internacionalmente, en temas como condiciones laborales, seguridad en el trabajo, igualdad de género, acceso al agua potable y posibles impactos en la vivienda.
Cantú subrayó que, a diferencia de lo habitual en proyectos de este tipo, Aleatica ha trasladado la responsabilidad a sus contratistas mediante controles contractuales, lo que obliga a todos los involucrados a cumplir con estándares en derechos humanos.
Vanessa Silveyra de la Garza, directora global de Sostenibilidad de Aleatica, explicó que además de los estudios de impacto se han impulsado capacitaciones presenciales y virtuales para trabajadores y contratistas, así como mecanismos de comunicación directa con comunidades, incluyendo la traducción de materiales al mazahua.
La estrategia también incluye proyectos sociales y ambientales como reforestaciones, programas de biodiversidad, talleres con comunidades indígenas y la instalación de un invernadero de jitomates administrado por habitantes locales, pensado como fuente de ingresos y capacitación agrícola.
Otro ejemplo es la rehabilitación de cabañas comunitarias para uso turístico.
Autopista Atizapán–Atlacomulco atraviesa 9 municipios del Edomex
La concesionaria informó que la AT-AT atraviesa nueve municipios del Estado de México, como una vía alterna a la saturada autopista México–Querétaro.
Sin embargo, la obra ha enfrentado retrasos debido a los procesos de liberación de derecho de vía y a la necesidad de acuerdos con comunidades, lo que ha llevado a la empresa a optar por un modelo preventivo de diálogo y atención constante.
De acuerdo con los especialistas entrevistados, el enfoque adoptado en este proyecto podría marcar un precedente en la forma en que se desarrollan las concesiones carreteras en México, al pasar de los compromisos en papel a la implementación práctica de políticas de derechos humanos y sostenibilidad social.
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MPH