Al sur de la entidad, en colindancia con Sultepec, Almoloya de Alquisiras, Coatepec Harinas; y con Guerrero, Ixcapuzalco, Pilcaya y Tetipac, se localiza Zacualpan.
El municipio tiene varias rancherías y 10 comunidades que aún preservan costumbres y tradiciones arraigadas de los pueblos originarios de la zona.
Ayotuxco es uno de los pueblos que integran a Zacualpan, destacado por sus trabajos en la minería, que fue explotada a los pocos años de la llegada de los españoles.
El pueblo está rodeado por montañas que aún resguardan animales de la región como el coyote, el mapache, el conejo, la ardilla, el zorrillo y el tlacuache, así como el venado cola blanca. Aves como águilas, zopilotes, tecolotes. Entre los reptiles, se pueden hallar iguanas y víboras de cascabel. Por su exuberante vegetación, los pobladores resguardan las especies vegetales y animales con celo; pues no permiten la casa, tampoco la construcción de viviendas o explotación del espacio para siembra, toda vez que los habitantes creen en el profundo respeto a la naturaleza, además de que, gracias a esta, surgió una de las leyendas emblemáticas del lugar.
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Los primeros habitantes
Cuentan las historias ancestrales que, quienes llegaron a habitar la zona, lo hacían en las cuevas de esas grandes montañas que rodean a Zacualpan; ubicadas en un lugar llamado Cerro de cuevillas.
Los habitantes se cubrían con pieles de animales que cazaban en la comunidad, vivían
tranquilamente en un medio ambiente natural, caracterizado por su
exuberante vegetación y la variedad de animales. Se encontraban cerca de un manantial de agua cristalina, que abastecía sus necesidades.
Su alimentación se basaba en el maíz, frijol y frutos silvestres que se recolectaban en la zona.
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El origen
Cuenta la leyenda que una mañana, a la hora del almuerzo, una hermosa mujer arribó al poblado.
Nadie sabía de ella; no obstante, su belleza deslumbró a los pobladores, quienes le invitaron a participar en el ritual matutino. A la mesa se encontraban pipiloles, producto hecho de maíz, característico de la región; así como varios alimentos más.
Los ahí reunidos disfrutaron del banquete junto a la mujer jamás antes vista, a quien también presentaron flores, frutos y otros regalos, que aceptaría.
Llegó el momento en que ella anunció su retiro. Se despidió, agradeció e inició la caminata por donde había arribado.
Al despedirla, los comensales se percataron que no había probado alimento alguno; no sin antes ofrecerle un itacate para su andar.
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La mujer se retiró. Los habitantes la siguieron con la mirada y notaron que la comida que ella llevaba fue depositada bajo una roca, de repente ella desapareció de la mirada de todos.
Tras la insólita acción, algunas personas se acercaron al lugar para recoger los alimentos depositados. Al llegar, ya no encontraron el pipilol, pero sí una mayúscula sorpresa:
La comida ya no era comida, sino un pequeño armadillo.
Los nativos, al percatarse que surgió una transformación muy importante, comentaron que del pipilol se formó la concha y de la carne que le habían puesto se formó el cuerpo del armadillo.
De acuerdo a aquel acontecimiento, decidieron preparar como alimento un armadillo y compararon el sabor de la carne del cerdo, coincidieron en las semejanzas del sabor.
Desde entonces, la comunidad decidió que esa zona se llamaría Ayotuxco, que en náhuatl significa armadillo o donde hay armadillos.
Es importante mencionar, que los pipiloles están hechos de masa de maíz. Solo quedan dos personas que los elaboran; aunque en la comunidad de Mamatla, le han agregado canela y piloncillo. La forma de hacerlos es en metate y metlapil o también llamado mano de metate, la masa la van moliendo en el metate con el metlapil y otra persona va recibiendo el pipilol con las manos y así como sale los pasan al comal para cocerlos y queda como una tostada muy característica y los combinaban con carne de cerdo.
Los cambios
En la actualidad, Ayotuxco es un pueblo progresista que, a pesar de su situación económica, de las carencias que tienen los pobladores, siempre buscan el sustento para sacar adelante a las familias, gran parte de su economía es el producto del trabajo del campo.
En estos últimos años los padres de familia salen de su pueblo por necesidad de buscar trabajo a otros municipios o estados inclusive del país. Ayotuxco está asentado en un terreno accidentado, esto es sobre un cerro donde hasta la siembra es complicada, el trabajo del campo solo lo hacen con herramientas de mano o con yunta y como el azadón.
Información de Cristóbal Bernal Ocampo, Cronista Municipal de Zacualpan
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