Betsa del Valle: la vida entre escenarios por el teatro en Toluca

Betsa del Valle: la vida entre escenarios por el teatro en Toluca

Betsa del Valle: la vida entre escenarios por el teatro en Toluca

El gusto por subir al escenario es cercano a ver a alguien que te gusta, destaca Betsa del Valle, actriz y creadora teatral.

Brian Prado
Octubre 11, 2025

En el centro de Toluca, la vida de Betsa del Valle se entrelaza con el teatro desde su infancia. Su historia es la de una artista que, entre pasiones y desafíos, ha convertido la vocación en proyecto y la experiencia en aprendizaje. Desde las primeras visitas al teatro hasta la dirección de espectáculos y la creación de proyectos propios, Betsa ha construido una trayectoria que refleja tanto su amor por el arte como su compromiso con la escena local. Esta es la historia de cómo la sensibilidad, la disciplina y la creatividad pueden transformar una pasión en un camino de vida.

La escena como destino

Desde niña, Betsa del Valle supo que su vida estaría ligada a los escenarios. Creció en una casa donde el arte era parte del ambiente, aunque ninguno de sus padres se dedicara profesionalmente a él. En su memoria permanecen las primeras veces que asistió al teatro y la sensación de saberse llamada por esa energía que emana desde las tablas.

“Me hicieron mucho más sensible para ir al teatro, a museos, a leer, escuchar buena música; ir a la orquesta y desde que tengo memoria tengo esa inquietud de pisar los escenarios y desde la primera vez que lo hice me di cuenta que es lo mío, te estoy hablando en la secundaria”, relató.

Su acercamiento al teatro ocurrió temprano, con obras que marcaron su imaginación. Las luces, los gestos y la atmósfera que rodeaba a los actores fueron suficientes para despertar en ella un deseo de pertenecer a ese mundo.

Relató que en la escuela tuvo clase de educación artística y siempre pedía estar en los festivales, en sus lecciones le pedían hacer maquetas culturales y ella fue sumando todo ese conocimiento.

Vivió su primera experiencia significativa en el Teatro del Seguro Social, después de años de participar en declamaciones y montajes escolares. Ese momento le permitió confirmar que su vocación no era una fantasía, sino una necesidad interior.

“La primera vez que me subí al escenario en un formato, digamos más profesional, tenía 15 años y definitivamente fue una experiencia como probar un veneno, te vuelves adicto a esa adrenalina de subirte al escenario”, señaló. Incluso explica a sus alumnos que es el mismo sentimiento que ver a una persona que te atrae, una mezcla de nerviosismo y emoción.

Vocación entre dudas y certezas

El camino de Betsa no fue inmediato ni sencillo. Aunque su pasión por el teatro era evidente, tuvo que enfrentar la resistencia familiar que la llevó a estudiar otra carrera. Esa elección, sin embargo, la dotó de herramientas que más tarde complementaron su mirada artística.

“Toda la vida tengo dudas (entre risas). Estudié Comunicación porque mi mamá no me dejó estudiar teatro y me costó mucho trabajo tomar esa decisión de saber a qué me iba a dedicar, y me acuerdo mucho que Beto Torres, que ahora es un actor reconocido y que ahora está en El fantasma de la ópera, era mi director y me dijo: ‘tú estudia lo que sea, pero dedícate a lo que quieras’, y eso fue lo que hice. Estudié Comunicación, que sin duda me enseñó a entender el teatro desde otra trinchera”, señaló.

Su formación coincidió con su desarrollo en los escenarios. Desde muy joven tuvo la oportunidad de presentarse en espacios emblemáticos, donde consolidó su disciplina y entendió la exigencia que implica hacer arte.

“Comencé al revés en el camino del teatro, empecé como ejecutante, tuve la oportunidad de estar en el Auditorio Nacional, en varios foros, como a los 16 años daba funciones en Los Pinos; ya era parte de una compañía. Termino la carrera, sigo haciendo teatro en Ciudad de México, pero llega el momento donde decido detenerme para entender lo que estoy haciendo y decido hacer una maestría, pero el teatro siempre lo he acompañado con otras actividades: la comunicación, la docencia, la producción. Cada vez mi vida se llena más de teatro que de otras cosas, pero cada año me pregunto si este será mi camino, por la incertidumbre que de repente implica dedicarse a las artes”, expresó.

Durante su estancia en Ciudad de México, las audiciones y los escenarios le ofrecieron una visión amplia del mundo teatral. Sin embargo, también la hicieron comprender que su propósito estaba en su ciudad natal, donde podía construir comunidad a través del arte.

La creación y el impulso local

La falta de espacios escénicos en Toluca la llevó a idear sus propios proyectos, buscando llevar el teatro a lugares no tradicionales. Su reflexión sobre el arte como un acto más que como un recinto ha guiado gran parte de su trabajo en la escena local.

“Es un reto, en primera hay pocos lugares para hacer teatro, por eso de repente los productos que diseño van dirigidos a lugares así. Creo que el teatro es un acto, no un edificio, y desde ahí comencé a reflexionar que no solo son los grandes espectáculos, que también los hacemos con la Orquesta Filarmónica de la mano del maestro Gerardo Urbán, que ha sido un crecimiento personal enorme, que personas como él hayan creído en mi trabajo y también yo me acerqué con él. A veces uno de joven con más arrojo que conocimiento, pero que a la postre te das cuenta que lo tienes que hacer. No te puedes esperar a que alguien te dé la oportunidad, hay que irla generando”, explicó.

Con el tiempo, la curiosidad creativa de Betsa la llevó más allá de la actuación. Su interés por construir historias completas la condujo a la dirección y a la escritura, donde encontró otra forma de habitar el teatro.

“Recién estaba con Alexis Casas, que es un dramaturgo, y me dijo algo con lo que me identifiqué. Mencionaba que comenzó a escribir porque no veía personajes que quisiera interpretar y justo creo que ese fue mi camino” destacó.

Para ella, era importante ver plasmada una idea propia que involucra la creación desde el texto hasta el trabajo del utilero y el vestuarista. Reconoció que aunque hay ocasiones en la que sabe qué es lo que quiere desarrollar, en otras, aún tiene dudas que forman parte de su aprendizaje continuo.

Su trabajo ha estado acompañado por artistas locales y por el respaldo de figuras con las que ha desarrollado proyectos de gran formato como Gerardo Urbán, Director de la OFiT. De ese intercambio ha surgido una constante búsqueda por fortalecer la escena toluqueña.

Escenarios que construyen identidad

A lo largo de su carrera, Betsa ha participado en alrededor de 20 montajes en el Teatro Morelos. Ese espacio se ha convertido en un referente para ella, donde el tamaño y la infraestructura no determinan la fuerza de una propuesta artística, sino la conexión que logra con la audiencia. Sobre este escenario comentó que es difícil de llenar y que a las tablas deberían presentarse más artistas locales pues en su opinión el problema no es la falta de proyectos sino de apoyo a los artistas.

“ Ahora vamos a estar en la sala 360 del Centro Tolzú con un monólogo que sí creo que es un parteaguas en mi carrera, que además me autodirijo y actúo” señaló

El proyecto tendrá una audiencia de 50 personas máximo, pero con una experiencia diferente. No es que sea mejor o peor, sino una experiencia enriquecedora. La intimidad de hacer teatro a veces impacta más”, comentó.
En su próximo proyecto, Betsa llevará a escena el estreno mundial en español de la obra Hijo de la C#!n6a&a de Anna Morris, consolidando su interés en proyectos innovadores y comprometidos con la narrativa contemporánea.

Satisfacciones y aprendizajes

A sus casi 40 años, Betsa reflexiona sobre lo que el teatro le ha dado: la posibilidad de crear, acompañar a otros artistas y ver crecer a sus alumnos, quienes se convierten poco a poco en nuevos ejecutantes. Su mirada no solo está puesta en la propia carrera, sino en la construcción de un ecosistema cultural en Toluca.

“Recientemente tuve la oportunidad de trabajar con Chac, Diana Mata, Dhyana Arom, un Rafa Negrete, caminar juntos y ver cómo se transforma una imagen. Tres sería ver cómo el público de Toluca cada vez más se va acercando a estas propuestas, va siendo más exigente y que también cada vez se va convirtiendo en un ejecutante que quiere hacer teatro, y ahora cada mes tenemos una producción con gente ávida por pisar un escenario”, relató.

La actriz también reconoce que el camino del arte implica desafíos económicos y personales, pero subraya que la satisfacción de dedicarse a lo que uno ama supera las dificultades.

Su deseo es que el teatro se convierta en un elemento cotidiano de la vida de las familias toluqueñas, al mismo nivel que otras actividades culturales que forman parte de la rutina de la ciudad.

“Me encantaría ver los teatros llenos, ver a los niños asistiendo, que se vuelva parte de la rutina de la ciudad, así como ahora asistimos a la Feria del Alfeñique, así como los miércoles de cine. Para mí eso sería maravilloso, que las familias toluqueñas tuvieran en su día a día la oportunidad de ver una obra de teatro que los haga sentirse vivos, que los haga soñar, que los haga recordar. Es mi sueño guajiro y sé que lo vamos a lograr”, comentó.

Betsa también advierte que no solo se trata de generar espacios que sean atractivos y accesibles para las familias, sino garantizar que la experiencia teatral sea completa desde que las personas salen de casa.

La historia de Betsa del Valle es la de una actriz, directora y gestora que ha sabido convertir la pasión en proyecto y compromiso. Su camino muestra que la dedicación, la constancia y el amor por el arte permiten transformar no solo la propia vida, sino también la de quienes la rodean. Entre escenarios grandes y pequeños, audiencias diversas y proyectos de todo tipo, Betsa ha construido una trayectoria en la que cada función, cada ensayo y cada proyecto son un paso más hacia la consolidación de una escena teatral toluqueña que busca ser cercana, accesible y significativa. Su legado, más allá de los aplausos, está en la creación de experiencias que inspiran, enseñan y conectan a todos con el arte que tanto ama.

El gusto por subir al escenario es cercano a ver a alguien que te gusta, destaca Betsa del Valle, actriz y creadora teatral.

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