En un claro mensaje de rechazo a las políticas comerciales del presidente estadounidense Donald Trump, los consumidores canadienses han iniciado un boicot masivo contra productos provenientes de Estados Unidos. Supermercados con estantes vacíos de mercancía estadounidense, restaurantes que excluyen vinos californianos de sus cartas y hasta mascotas con dietas libres de alimentos estadounidenses son solo algunas de las manifestaciones de esta ola de indignación.
Canadienses dejan de elegir productos Estadounidenses
La amenaza de aranceles por parte de Trump, sumada a sus declaraciones sobre el primer ministro canadiense Justin Trudeau, han desatado la furia de los consumidores canadienses, quienes han optado por ejercer su poder de compra en favor de productos nacionales. Ellen Bessner, abogada de Toronto, ejemplifica este sentimiento al buscar activamente alternativas canadienses para reemplazar los últimos productos estadounidenses en su hogar.
Este boicot representa un golpe significativo para la economía estadounidense, considerando que Canadá es uno de sus principales socios comerciales. Según datos del Departamento de Comercio de Estados Unidos, las importaciones canadienses de productos estadounidenses alcanzaron los 349 mil 400 millones de dólares en 2024. Asimismo, Canadá es la principal fuente de turistas extranjeros a Estados Unidos, con un gasto de 20 mil 500 millones de dólares el año pasado.
Una encuesta realizada por el Instituto Angus Reid reveló que el 85% de los canadienses planea reemplazar productos estadounidenses por alternativas nacionales. Además, casi la mitad de los encuestados ha modificado sus planes de viaje para evitar Estados Unidos.
Empresas responden al apoyo a la producción nacional
Grandes cadenas de supermercados como Loblaw Cos. y Metro Inc. han intensificado su promoción de productos canadienses, colocando etiquetas distintivas y ofreciendo orientación a los consumidores. Aerolíneas canadienses también han reducido sus vuelos a Estados Unidos ante la posible disminución de la demanda.
Los consumidores canadienses están dispuestos a asumir los costos adicionales que implica priorizar los productos nacionales. Esto incluye la importación de cítricos desde Sudamérica y el uso de invernaderos de alto consumo energético para la producción local.
El boicot canadiense es un claro mensaje de rechazo a las políticas comerciales de Trump y una muestra de apoyo a la soberanía económica del país. Los consumidores canadienses están ejerciendo su poder para enviar un mensaje contundente: no están dispuestos a tolerar las amenazas y políticas que perjudican a su nación.
PAT
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