Ciudadanos hacen de las calles del Edomex su segundo hogar

Ciudadanos hacen de las calles del Edomex su segundo hogar. Foto: Miguel González

Ciudadanos hacen de las calles del Edomex su segundo hogar

Fortis, un joven de 19 años, encontró un segundo hogar en las dovelas de la Avenida Pantitlán.

Redacción
Diciembre 13, 2025

Fortis, un joven de 19 años, encontró un segundo hogar en las dovelas de la Avenida Pantitlán, estructuras cilíndricas que forman parte de la infraestructura de drenaje semiprofundo en Ciudad Nezahualcóyotl, ahí también halló a los integrantes de su nueva familia, personas que, como él, fueron expulsadas de su primer núcleo familiar.

Aunque en la zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM) miles de personas viven en la calle, actualmente no existe un censo que permita conocer la magnitud de este problema social por las fluctuaciones, la movilidad y la mortalidad de quienes habitan en las calles.

Ciudadanos hacen de las calles del Edomex su segundo hogar

Ciudadanos hacen de las calles del Edomex su hogar

La difícil situación económica, la violencia y desintegración familiar expulsaron de sus hogares a personas como Fortis, un joven quien abandonó sus estudios cuando cursaba el quinto semestre en el Bachilleres número 12 cuando su hermanastro lo corrió de su casa y sobrevivir se convirtió en su prioridad.

“Hace tres años me salí de donde vivía porque mi hermanastro me corrió de la casa de mi abuelita, en ese entonces mi mamá, que está en Estados Unidos, me mandaba dinero por eso seguía en la escuela, y todavía no vivía en la calle porque algunos amigos me dejaban quedarme en sus casas y me dejaban bañarme, pero hace un año mi mamá dejó de mandarme dinero porque me dijo que ya no podía con los gastos de sus otros hijos y fue cuando empecé a vivir en la calle”, compartió el joven.

Recuerda que en noviembre de 2024 pasó su primera noche en la Glorieta que se localiza en el cruce de las avenidas Pantitlán y Adolfo López Mateos de la colonia Evolución, al pie de la escultura monumental Cabeza de Coyote, en el corazón del municipio más de sanamente poblado de México.

Pero en lugar de lograr cobijo, ahí le despojaron de sus pertenencias y de las pocas monedas que podía recolectar limpiando parabrisas o desempolvando autos, por eso buscó otras opciones.

Probó en camellones, canchas deportivas y bajo puentes hasta que llegó a las lumbreras del Colector Villada, entre las avenidas Chimalhuacán y Pantitlán, donde otros ciudadanos invisibles, como él, encontraron un refugio y un lecho para dormir.

Ahí conoció la solidaridad y el cobijo que su familia biológica le negó. Hoy vive, comparte los alimentos y se cuida mutuamente con una docena de personas en condiciones similares.

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No hay censo de personas en condición de calle

El presidente municipal, Adolfo Cerqueda Rebollo, indicó que, aunque no existe un censo de personas en condición de calle, sí se tiene identificados puntos donde ciudadanos que sí tiene una familia pero que salieron de sus hogares, se refugian.

“El año pasado solamente tuvimos dos casos de personas en situación de calle que no tenían familia, por lo que realizamos una labor de investigación para saber si había una ficha de búsqueda y al final se canalizaron al albergue del adulto mayor, pero una gran cantidad de personas en esta condición sí tiene familia, lo que buscamos es regresarlos al contexto del hogar”, refirió.

“El área de Prevención del delito y Atención a Víctimas ya lleva a cabo una identificación y ha estado trabajando en las diferentes calles en donde particularmente se ha detectado, las islitas de las estaciones del Mexibús en la Avenida Chimalhuacán y en la avenida Vicente Villada en el interior de los tubos de las lumbreras”, confirmó.

De acuerdo con el presidente del Comité de Vecinos Tequio A. C. organismo que desde hace más de 20 años se ha dedicado a apoyar a personas en situación de calle, estima que en Nezahualcóyotl hay alrededor de 500 personas trabajando en cruceros como vendedores, limpiaparabrisas risas, mechuderos, payasos o malabaristas y de ellos, alrededor de 100 viven en las calles.

Fortis, quien ahora se dedica a recolectar y vender pet, cartón, papel y aluminio, entre otros materiales reciclables para sobrevivir, solo pide que le permitan seguir vi siendo en las lumbreras. El único sitio de la vía pública donde ha podido dormir sin que le roben o lo agredan.

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