Colima rumbo al 2027: Morena lidera, mientras Leoncio Morán y Gricelda Valencia emergen del reacomodo

Colima rumbo al 2027: Morena lidera, mientras Leoncio Morán y Gricelda Valencia emergen del reacomodo

Morena lidera en Colima rumbo a 2027, pero Leoncio Morán y Gricelda Valencia emergen mientras Rosi Bayardo cae y la oposición repunta.

Redacción
Julio 22, 2025

En el pequeño pero políticamente intenso estado de Colima, las encuestas de julio revelan un reacomodo significativo. El partido Morena ha mantenido una posición dominante en los últimos meses, mientras que los partidos tradicionales, particularmente el PRI y el PAN en alianza, recuperan terreno. A esto se suma una disputa interna guinda que ha cambiado de eje en tan solo un mes: el liderazgo de Rosi Bayardo se desploma y nuevas figuras comienzan a destacar.

De acuerdo con el estudio de Demoscopia Digital correspondiente a julio de 2025, Morena registra 35.9 % de intención del voto sin alianzas, una baja considerable respecto al 40.6 % de junio. En contraste, el PRI sube a 10.1 % y el PAN a 14.6 %, mientras que Movimiento Ciudadano, con un modesto pero consistente 11.3 %, se posiciona como el partido más competitivo fuera del eje PRI-Morena.

En el escenario con alianzas, Morena-PT-Verde obtiene 37.8 % (frente al 40.6 % de junio), mientras que la coalición PRI-PAN sube a 30.5 %, señalando una contienda que, aunque todavía inclinada hacia Morena, ya no es un paseo. El número de indecisos también crece (15.4 %), reflejo de la fragmentación del escenario electoral y de la incertidumbre sobre los liderazgos por venir.

Uno de los movimientos más abruptos de la encuesta de julio es la precipitada caída de Rosi Bayardo Cabrera, alcaldesa de Manzanillo, quien pierde 9 puntos entre las mujeres morenistas (de 37.6 % a 28.5 %) y cae aún más dramáticamente en la medición mixta: de 25.6 % a un modesto 18.9 %, lo que la deja fuera del liderazgo del partido.

La que capitaliza ese espacio es Gricelda Valencia De La Mora, diputada federal, con 18.1 % en el bloque femenino y 12.8 % en la encuesta mixta, colocándose como la figura emergente en el tablero de las mujeres morenistas. También Ana Karen Hernández, senadora, muestra un crecimiento menor pero consistente, al subir a 7.9 % en el escenario mixto.

Este viraje podría deberse a un desgaste natural en la figura de Bayardo debido a que actualmente es la presidenta municipal de Manzanillo, o a un ajuste interno de grupos en Morena que han empezado a promover con mayor fuerza opciones alternativas. Lo cierto es que el eje femenino de la candidatura morenista se ha fracturado, y eso podría derivar en un proceso interno más ríspido de lo esperado.

Entre los hombres, Leoncio Morán Sánchez, diputado federal, sube de 21.5 % a 25.9 % en intención interna, superando al senador del PVEM, Virgilio Mendoza, que alcanza 21.7 %. Morán también se encuentra en la encuesta mixta, con 12.4 %, lo que lo posiciona como el puntero natural hombre en la contienda interna morenista.

La lectura es clara: Leoncio Morán se perfila como el hombre fuerte de Morena, con un perfil sobrio, parlamentario y con posibilidad de tender puentes en un estado donde la polarización ha comenzado a dar paso a la fatiga ciudadana.

El ascenso de la coalición PRI-PAN a 30.5 % en alianza representa el mejor dato opositor en meses. Aunque aún no hay rostros definidos que puedan capitalizar ese porcentaje, podría ser la mejor oportunidad para una oposición tradicional que parecía derrotada.

Movimiento Ciudadano, con su 11.1 % en alianza, continúa con su estrategia de consolidar base entre votantes jóvenes y urbanos, pero aún sin un nombre fuerte que lo lidere en el estado.

La encuesta de julio en Colima deja una lección clara: nada está asegurado para nadie. El retroceso de Rosi Bayardo ha abierto la contienda interna de Morena de par en par. Leoncio Morán y Gricelda Valencia emergen como los nuevos referentes, aunque en un ambiente donde los números todavía bailan y la narrativa no se ha consolidado.

Colima, gobernada actualmente por Indira Vizcaíno, parece enviar una señal de advertencia al oficialismo: la victoria de ayer no garantiza la victoria de mañana. El electorado se mueve, se replantea y espera definiciones más claras.

El 2027 está lejos, pero las piezas ya se mueven con prisa.

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