¿Compras compulsivas terminan en la basura?

Cerca del noventa por ciento de las compras que se adquieren durante las campañas de descuentos de fin de año, en menos de nueve meses terminan en la basura señaló el investigador del Tecnológico de Monterrey Campus Toluca, David Pérez Castillo.

90 porciento de compras de fin de año terminan en la basura en menos de nueve meses

El especialista en sostenibilidad en empresas mencionó que el índice de consumo a fin de año se eleva considerablemente, sin embargo, muchas de las compras se hacen de manera compulsiva, con el deseo de aprovechar los descuentos prometidos en las tiendas derivado del bombardeo mediático de iniciativas comerciales.

En este sentido el profesor miembro del Sistema Nacional de Investigadores dijo que un gran porcentaje de las compras que se hacen a fin de año no son planeadas y por ende se adquieren artículos que a duras penas duraran más de nueve meses antes de parar en los depósitos de la basura.

El académico reconoció que el volumen de consumo está relacionado con los “bajos precios” de los productos, desafortunadamente muchos de ellos son desechables y promueven la renovación constante, “desde maquinas que son muy baratas, pero duran poco, la tiras a la basura y compras otra, eso es muy común, a eso hay que sumarle el tema de la obsolescencia programada”.

Pérez Castillo atribuyó esta situación a que vivimos en una economía lineal, es decir, un modelo en el que las naciones necesitan producir todo el tiempo para generar riqueza, pero también se tira mucho a la basura para continuar con el consumo constante.

Consumo compulsivo

Una alternativa, para frenar el consumo compulsivo, que propone el académico es informarse antes de adquirir algún artículo, “ si bien se carga mucho el tema del consumismo a las personas, pero las compras de obsolescencia es responsabilidad de los gobiernos y las empresas, ellos tendrían que velar por la cantidad de basura que se genera desde el diseño de los productos, por su parte las empresas deberían ser más responsables, consientes y éticos de que su modelo no dependa de contaminar al planeta”.

Asimismo, consideró necesario que las personas se capaciten en finanzas personales, pues la inteligencia financiera no es más que, estabilidad emocional con un poco de conocimiento económico, “muchas veces la respuesta a las compras compulsivas está en un tema emocional, se compra por ansiedad, desconocimiento, hay quien compra para satisfacer frustraciones, por ego, hay que trabajar lo emocional respecto a las compras compulsivas”, subrayó Pérez Castillo.

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