Dentro de los productos de consumo, existen aquellos donde es evidente la utilización de las materias primas y de una u otra forma siguiendo el proceso productivo de la cadena de valor agregada en los productos intermedios, también es relativamente sencillo conocer qué cantidad de agua es necesario para ello.
Sin embargo, existen otros bienes y servicios donde no lo es tanto, nos referimos a las tecnologías como la Inteligencia Artificial (IA) que está siendo cada vez más utilizada, de acuerdo con Grand View Research, se espera que el mercado global de la IA crezca 37% cada año hasta el 2030, no sólo las empresas están incorporando procesos en publicidad y procesos productivos, también los usuarios domésticos están haciendo cada vez mayor uso para sus actividades diarias.
Otro tema no tan reciente, pero sí lo suficientemente nuevo para aún no conocer todas sus implicaciones tanto en la economía como en la utilización de elementos naturales, nos referimos a las criptomonedas.
En este contexto, y con las proyecciones de utilización es que es necesario analizar qué implicaciones tiene sobre la utilización de agua, el crecimiento de la IA; para dar un dato, y utilizando las mismas tecnologías que las crearon, las estimaciones de consumo de agua por las imágenes estilo Studio Ghibli que se han creado en los últimos días, se estima van desde los 500 mil litros, según Grok, y hasta 216 millones litros, de acuerdo con Chat GTP.
El uso principal se da en los procesos de enfriamiento de los equipos procesadores, entonces debido al incremento potencial al 2030 y los diferentes procesos que se puedan sumar y que pudieran tener mayores consumos de agua, puede ser un actor relevante para la presión hídrica.
Por ello, la ubicación física de las instalaciones que requieren enfriamiento, también debe considerarse cuando se busca atraer inversiones a países con estrés hídrico, así como determinar qué tipo de agua requieren, tratada, azul, entre otras y por otro lado, cuánto es nuestra huella azul digital, y para lo cuál también requiere nuestra concientización de como consumidores, y que ante la todavía gratuidad de muchas de estas aplicaciones, se puede incrementar exponencialmente su utilización.
Sin duda, no hemos llegado ni por cerca a la cima de desarrollo de este tipo de tecnologías, y probablemente con el desarrollo acelerado que estamos viendo en las innovaciones, podría presionar mucho más la demanda de elementos naturales en el futuro inmediato, e incluso podría ser determinante en cuanto a qué países y regiones podrán desarrollar estas capacidades, y sin duda, la posibilidad de que exista un límite debe ponerse sobre la mesa, muchas evidencias existen de que a ello estamos llegando.
Se suman todas estas variables para hacerlo tema de interés de los actores interesados de la gestión hídrica de México, como se mencionó, para la planeación económica e hídrica que necesitamos, así como también para las acciones de concientización que debemos adquirir como ciudadanos.
PAT
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