El Valle de México alberga una sorprendente diversidad de fauna silvestre, incluso en zonas urbanas. Dos especies que destacan por su presencia y adaptabilidad son los cacomixtles y las víboras, según reconoció Héctor Elorriaga Mejía, coordinador de Protección Civil, Bomberos y Medio Ambiente de Atizapán de Zaragoza.
Cacomixtles y las víboras suelen aparecer en casa, piden no dañarlos
Elorriaga pidió a los vecinos que, si detectan a estas especies —en especial a la víbora cincuate—, no les hagan daño, pues son serpientes no venenosas que contribuyen al control de plagas como los ratones. Recomendó llamar a Protección Civil para que se encarguen de reubicarlas en un entorno adecuado donde puedan vivir sin representar peligro.
Por otro lado, Marcos Carrillo González, habitante de la colonia Las Alamedas, comentó que los cacomixtles han comenzado a bajar a las calles, especialmente en zonas con árboles.
“Son vecinos nocturnos, mamíferos nativos del Valle de México, conocidos por su cola anillada y sus hábitos nocturnos”, explicó.
Estos animales se adaptan muy bien a zonas urbanas y boscosas como Atizapán, Tlazala de Fabela y Jilotzingo. Su dieta incluye frutas, insectos y pequeños roedores, lo que los convierte en aliados ecológicos como controladores de plagas.
Aliados ecológicos
Aunque las víboras suelen ser más discretas, se ha registrado la presencia de especies como la cincuate (también conocida como serpiente ratonera mexicana) y, ocasionalmente, de la víbora de cascabel. Ambas son fundamentales para el equilibrio ecológico, ya que regulan las poblaciones de roedores y otros pequeños animales.
En diversos municipios se ha reportado la presencia de estas especies en patios, jardines e incluso dentro de casas. Esto ocurre principalmente en fraccionamientos arbolados como Zona Esmeralda y Chiluca, donde las viviendas inmersas en bosques de encinos y coníferas conviven con una amplia diversidad de fauna.
Elorriaga Mejía confirmó esta situación: “Normalmente nos llaman por avistamientos de serpientes en zonas que colindan con cerros, como Lomas de Atizapán, Las Alamedas y Zona Esmeralda”.
En los últimos tres años, los equipos de emergencia han reubicado más de 50 reptiles de especies no venenosas, como la culebra rayada, la culebra de río y el popular cincuate o serpiente chirrionera. Estos ejemplares han sido llevados a la Zona de Reserva Natural Espíritu Santo, para reintegrarlos a su hábitat.
También se han reportado apariciones de especies venenosas. En lo que va del año, dos víboras de cascabel han sido rescatadas en las inmediaciones de fraccionamientos como Chiluca, Valle Escondido y Condado de Sayavedra. Los ejemplares fueron entregados a la Comisión Estatal de Parques Naturales y de la Fauna (CEPANAF).
PAT
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