Daniel Serrano reconstruye seguridad e instituciones en Cuautitlán Izcalli

Sentado en su oficina del Ayuntamiento de Cuautitlán Izcalli, Daniel Serrano afirma que la ruptura con los poderes fácticos marcó desde el primer día su administración y definió el rumbo del gobierno municipal.

Cuautitlán Izcalli reduce tiempos de respuesta policial tras reforma interna

“El restablecimiento del Estado de Derecho ha sido una de las principales tareas que tiene que ver con esto, con solamente establecer una alianza y un pacto con el pueblo de Cuautitlán Izcalli”, sostiene.

Entre un mapa del municipio y radios en los que escucha en tiempo real las frecuencias policiacas —ya distingue por el tono cuándo se trata de un incidente de gravedad como una persecución— el alcalde relata que recibió amenazas tras recuperar espacios públicos y desmontar estructuras que operaron durante años dentro del municipio.

“Me dijeron que no iba a llegar a los 100 días de gobierno”, señala al describir el operativo en el que la Guardia Nacional y la Comisión Nacional del Agua retomaron los pozos de las garzas de la Industrial 1 y 2. Ese fue “el momento más delicado o el que viví con mayor crudeza”.

Afirma que enfrentó amenazas por depurar estructuras internas que controlaban grupos fácticos

Flanqueado por fotografías de los líderes de la Cuarta Transformación (Delfina Gómez Álvarez, Andrés Manuel López Obrador y Claudia Sheinbaum Pardo), el presidente municipal explica que la presencia de grupos con influencia sobre áreas de seguridad y servicios fue evidente desde la entrega-recepción. 

A un año de asumir las riendas del municipio, Serrano afirma que el desmantelamiento de estas redes exigió revisar las estructuras administrativas y depurar funciones duplicadas. 

La eliminación de áreas sin justificación, la reducción de 13 millones de pesos en el capítulo mil y la reorientación de 98 millones al combate a la violencia de género fueron los primeros frutos de ese proceso.

“Me dijeron que no iba a llegar a los 100 días de gobierno”

Al hacer un balance del arranque de la gestión, afirma que la estrategia de seguridad avanzó con una reorganización de la comisaría, incluido el nombramiento de Alejandra Penélope Becerra al frente de la institución. 

Menciona que la incorporación de civiles a áreas administrativas de la policía, la profesionalización de elementos y la depuración de prácticas arraigadas por años han permitido reconstruir la operación interna de la corporación.

Indica que ya hay cambios evidentes: los tiempos de respuesta bajaron de 14 minutos a un rango de tres y medio a cuatro. Puntualiza que la designación de una mujer al frente de la corporación respondió a criterios operativos y a la necesidad de cerrar espacios a la corrupción. 

Serrano reitera que hay desafíos tiene un costo personal: desde el inicio del gobierno, decidió no tomar días de descanso porque la administración municipal exige supervisión constante.

Añade que los desafíos para 2026 se atienden desde ahora: un pasivo laboral heredado que supera los 2 mil millones de pesos y observaciones por más de 3 mil millones de pesos hechas a la administración anterior. 

Afirma que la consolidación del orden institucional requerirá mantener la supervisión directa en territorio y completar las reformas administrativas iniciadas en el primer año de gobierno. “No puedes ser tolerante a la corrupción… es una definición”, subraya.

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PAT

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