El pasado 25 de julio se conmemoró el Día Internacional de la Mujer Afrodescendiente, también conocido como Día Internacional de la Mujer Afrolatina, Afrocaribeña y de la Diáspora. Esta fecha se estableció en 1992, durante el Primer Encuentro de Mujeres Afrolatinas, Afrocaribeñas y de la Diáspora, en República Dominicana. La instauración de esta fecha tenía en su momento el objetivo visibilizar a las mujeres afrodescendientes y promover políticas públicas que ayuden a mejorar su calidad de vida y a erradicar el racismo y la discriminación.
Leído así, todo lo anterior pareciera ser actos de buena fe, pero no debemos olvidar que la tan mencionada Diáspora nombra actos que no pueden ser desestimados y mucho menos invisibilizados de la historia de la humanidad, en la cientos de miles de personas fueron sustraídas de sus lugares de vida para ser esclavizadas por naciones colonialistas y lucrar con su dolor, utilización y muerte.
La evolución de la humanidad nos llama a poner los ojos en las interseccionalidades que alejan a las personas de los círculos de privilegio y que sentencian a grupos humanos enteros a vivir en un sistema de castas sin opciones de movilidad económica, generando cinturones de miseria a nivel mundial. La evolución nos invita a visibilizar, corregir, legislar, emparejar, y un largo etcétera; sin embargo, hace unos cuantos días Ximena Pichel, realizó un acto discriminatorio al pretender ofender a un oficial de seguridad pública llamándolo “negro”, y sin ir más lejos durante las últimas décadas cientos de miles de personas del continente africano y de centro y sur América han estado moviéndose como migrantes indocumentados buscando la oportunidad de sobrevivir con sus familias a situaciones que resultan insostenibles en sus lugares de origen, arriesgando la vida y poniéndose a merced de grupos criminales y sin escrúpulos.
Para todas estas humanidades, comparto a manera de homenaje el hermoso poema de la profesora Victoria Santa Cruz, un triunfo a favor de la vida y en contra de la ignorancia y la opresión.
“Me gritaron negra”
Tenía siete años apenas, apenas siete años
¡Que siete años! / ¡No llegaba a cinco siquiera!
De pronto unas voces en la calle / me gritaron ¡Negra!
¡Negra! ¡Negra! ¡Negra! ¡Negra! ¡Negra! ¡Negra! ¡Negra!
“¿Soy acaso negra?” – me dije ¡SÍ! “¿Qué cosa es ser negra?” ¡Negra!
Y yo no sabía la triste verdad que aquello escondía. ¡Negra!
Y me sentí negra, ¡Negra! / Como ellos decían ¡Negra!
Y retrocedí ¡Negra! / Como ellos querían ¡Negra!
Y odié mis cabellos y mis labios gruesos y miré apenada mi carne tostada
Y retrocedí ¡Negra! / Y retrocedí… / ¡Negra! ¡Negra! ¡Negra! ¡Negra!
¡Negra! ¡Negra! ¡Neeegra! / ¡Negra! ¡Negra! ¡Negra! ¡Negra!
Y pasaba el tiempo, / y siempre amargada
Seguía llevando a mi espalda mi pesada carga
¡Y cómo pesaba! / Me alacié el cabello,
Me polveé la cara,
y entre mis cabellos siempre resonaba
la misma palabra
¡Negra! ¡Negra! ¡Negra! ¡Negra! ¡Negra! ¡Negra! ¡Neeegra!
Hasta que un día que retrocedía, retrocedía y que iba a caer ¡Negra! ¡Negra! ¡Negra! ¡Negra! ¡Negra! ¡Negra! ¡Negra! ¡Negra! ¡Negra! ¡Negra! ¡Negra! ¡Negra! ¡Negra! ¡Negra!
¿Y qué? / ¿Y qué? ¡Negra! Sí ¡Negra!
Soy ¡Negra! Negra ¡Negra! Negra soy
¡Negra! Sí / ¡Negra! Soy / ¡Negra! Negra ¡Negra! Negra soy
De hoy en adelante no quiero laciar mi cabello
No quiero
Y voy a reírme de aquellos,
que por evitar – según ellos –
que por evitarnos algún sinsabor,
Llaman a los negros gente de color
¡Y de qué color! NEGRO
¡Y qué lindo suena! NEGRO
¡Y qué ritmo tiene!
NEGRO NEGRO NEGRO NEGRO NEGRO NEGRO NEGRO NEGRO
NEGRO NEGRO NEGRO NEGRO NEGRO NEGRO NEGRO
Al fin / Al fin comprendí AL FIN
Ya no retrocedo AL FIN
Y avanzo segura AL FIN / Avanzo y espero
AL FIN
Y bendigo al cielo porque quiso Dios que negro azabache fuese mi color
Y ya comprendí AL FIN / Ya tengo la llave
NEGRO NEGRO NEGRO NEGRO NEGRO NEGRO NEGRO
NEGRO NEGRO NEGRO NEGRO NEGRO NEGRO NEGRO
¡Negra soy!
Haciendo votos porque un día entendamos que, al lastimar a uno, nos dañamos irremediablemente todas, todos y todes. Y si así no fuera, que la nación nos lo demande. Hasta la ternura siempre.
PAT
Sigue nuestro CANAL de WHATSAPP y entérate de la información más importante del día con La Jornada Estado de México.