Itacences de mi corazón imaginen esta escena: Eres una madre autónoma navegando una vida como la que viven cientos de millones de mujeres en el mundo. Amaneces a un día más de batallar para sobrevivir, en un espacio diminuto sin aire acondicionado, mientras te derrites, en todos los sentidos.
Con trabajos caben tú y tu pequeña hija de ocho años, quien además está constantemente enferma. La cotidianidad te absorbe en todo momento.
Debes bañarla y no hay gas, no pierdes la buena voluntad, ni la ternura, y la tratas con todo lo mejor que hay en ti, en algún momento te suplica que pagues el almuerzo en la escuela porque la maestra la evidenció por no dar el dinero y que los otros niños se burlan de ella por no tener qué comer y recibir una comida “distinta”, haces promesas que no tienes idea cómo vas a cumplir.
Emocionada te cuenta de su proyecto de ciencias y te mueres de terror de que eche a perder las pilas que el dichoso proyecto requiere, si se mojan, no tienes para comprar más, y le recuerdas que es inteligentísima y que le irá muy bien. Al salir de casa la dueña te amenaza con sacar tus cosas a la calle, porque no has pagado. Prometes hacerlo porque hoy te pagan. Y antes de irte, a pesar de no tener casi nada, le das unas cuantas monedas al indigente de la cuadra…
Llevas a tu hija a la escuela, prometes volver para pagar el lunch. Llegas al trabajo, al parecer eres cajera en un mini súper, donde un gerente de poca monta con actitud misógina y abusiva te gritonea, un cliente te violenta y avienta una botella a tus pies, deber regresar a la escuela de tu hija, tu jefe te gritonea de nuevo y te dice que tienes media hora para ir y volver.
Al parecer, servicios para las infancias (algo así como un DIF gringo), te quita a tu hija porque las maestras y la directora dicen que no llega bien aseada y que todo el tiempo tiene hambre. Lloras, no sabes que hacer, vas de regreso a tu trabajo cuando un psicópata al volante se pone violento contigo y choca tu carro. Bajas para tratar de resolver las cosas cuando llega una patrullera a multarte, porque resulta que el psicópata es policía, te amenaza con encontrar una forma legal para matarte, la patrullera te multa y te retira el auto por tener la licencia vencida. Llegas a tu trabajo dos horas después ya te imaginarás el maltrato del tipejo, quien te despide y decide no darte tu cheque.
Vas a tu casa y resulta que te han desahuciado, tus cosas están regadas por la banqueta. Recoges una mochila transparente y guardas algo fundamental.
Lloras e imploras al cielo, pero nadie escucha…
Nadie escucha nunca…Nunca.
Vas de regreso al trabajo y bajas a la bodega a rogar por tu cheque al tipo que disfruta humillándote. Repentinamente, todo cambia. Entra un hombre a preguntar si ahí venden cierto tipo de cigarros, el gerente le dice que no puede estar ahí. Todo se descontrola, el hombre saca una pistola, llega otro hombre. ¡Es un asalto! En medio del caos, el exvaliente gerente entrega todo el dinero. El asaltante lee la placa con tu nombre y te ordena poner el dinero en la mochila que rescataste del desahucio y donde pusiste el proyecto de tu hija. No puedes darte el lujo de que se lo lleven, suplicas, te golpea con la cacha de la pistola, forcejeas…
Gritas. Forcejeas. Gritas.
Se escucha un disparo, el asaltante cae muerto. El gerente te acusa de ser cómplice porque el hombre “sabía tu nombre”, tratas de explicar que leyó la placa sobre tu pecho, pero no escucha, otro disparo el gerente cae muerto.
En estado de shock buscas sobre el escritorio, ahí está tu cheque, estás a tiempo de cambiarlo y llevar el dinero para el almuerzo de tu hija, cruzas la calle, vas tarde, el banco está cerrado, te dejan entrar, pides cambiar tu cheque, pero no traes identificación, la cajera se niega a cambiarlo, pones la pistola sobre el mostrador. La trama se desboca, pasas de ser la madre autónoma y precarizada, a la presunta asesina de dos hombres y asaltante de un banco.
Así, la más reciente película de Tyler Perry para Netflix. ¿Qué cómo termina la historia? Les recomiendo altamente verla. Me pregunto ¿Cuántas personas están hartas todos los días? ¿A cuántos milímetros del descontrol? ¿Qué hacer en un mundo en el que abunda la injusticia y pareciera que somos perfectamente descartables? Ustedes, ¿qué opinan?
A veces la empatía aparece en los momentos y lugares más inesperados.
PAT
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