De la rebeldía

De la rebeldía

Las Ítacas

De la rebeldía

Paloma Cuevas

Paloma Cuevas
Julio 12, 2025

Ser rebelde lleva la vida entera,
borrarte los privilegios de la piel,
inscribirte en la soledad del desacuerdo,
dejar atrás a los usurpadores.

No hay premio a una rebelde
más allá de poder regar sus flores
en el tiempo que apropia,
salir a dar de comer a las aves
una mañana donde el capital devora,
sonreír con los dientes maltrechos
ante la desventura del desayuno,
ser indigente en la casa que nadie sueña.

Las rebeldes saben
de qué están hechos los premios,
rechazan los mendrugos
que lanza la mano del opresor.

Una rebelde tiene como único premio la vida,
porque de ella nadie se apropia,
en ella nadie la usurpa,
porque es la única tierra propia
de cada rincón donde duerme.

Su rebeldía alcanza siempre
a cobijar el desánimo del progreso
y si de paso una rebelde
tiene la alegría en soledad,
ha vencido al mundo.

Ser rebelde
Doris Lessing

Querides Itacenses:
Hoy he decidido hablar de uno de los rasgos que más valoro en las personas: la rebeldía, esa hermosa disposición a resistir o desafiar a la autoridad ya sea de una persona, un grupo o una norma establecida. Y es que no puedo negarlo, soy rebelde y amo ser así.

Pienso en todas las ocasiones en que el miedo ha hecho que algunas personas callen o no expresen su desacuerdo con los abusos, con la maldad, con acciones tendientes a invisibilizar, negar o discriminar a otras personas.

Pienso por ejemplo en los sistemas de castas en el mundo que perpetúan la inmovilidad económica a favor de unos cuantos; en los elefantes blancos, en algunas universidades que se creen intocables y que han hecho y deshecho a voluntad con la educación de miles de jóvenes; en ciertos partidos políticos, amantes de los sistemas oligarcas que jamás dan oportunidad a nadie más que a los mismos de siempre; en los grupos sociales que de ser tan vulnerados terminan siendo vulnerables y recibiendo sin cuestionar lo que unos cuantos consideren que está bien para que “sobrevivan”; pienso también en esas juventudes, “esas juventudes” a las que hemos tildado de conformistas, valemadristas y poco activas y que en momentos clave como el terremoto de 2017 se unieron a través de las redes sociales y en una hora superaron la incapacidad de muchas instituciones, para hacer frente a la adversidad y llevar ayuda a donde fuera requerida.

Pienso ahora mismo en dos momentos clave en la entidad: el paro indefinido de los alumnos de la Universidad Autónoma del Estado de México que le están poniendo la muestra a un sistema que se ha equivocado hasta el hartazgo, perdiendo la credibilidad ante su estudiantado que ha visto vulnerados a los docentes, administrativos y demás trabajadores. Ese mismo estudiantado que son los hijos y de los hijos de los que se alzaron en los setentas, época de guerra sucia y de desapariciones políticas, y que ahora con miedo y sin él se enfrentaron a un sistema obsoleto, anacrónico y poco amable y están a punta de vueltas de tuerca cambiando realidades para quienes vienen detrás, derogando artículos, exigiendo voto universal y logrando gratuidad, así sea poco a poco. Caminantes, no hay camino…

Creo que las autoridades deberán entender que a estos chavos ni se les calla, ni se les asusta tan fácilmente, “esas juventudes” ya no son hijos ni de la chancla, ni del silencio y mucho menos del amedrentamiento por comunicados que pretenden infundir el temor.

Otro proceso a la vuelta de la esquina es la designación de quien estará a cargo del destino de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México.
Desde el pasado 7 y hasta el 11 de este mes se han estado realizando las entrevistas correspondientes a las 34 personas aspirantes a este cargo, desde la Comisión de Derechos Humanos de la LXII Legislatura del Estado de México. Hay algunos nombres muy conocidos, con una larga trayectoria, con grandes logros y otros tantos con leyendas negras, que ¡Ay nanita!, ¡Ojalá que ni los contemplen, por más sonrisitas que lancen! Gran responsabilidad pesa sobre los legisladores.

Que la rebeldía sea la constante mientras el mundo perpetúe la injusticia, ya sea por convicción o para aparentar juventud, ya lo dijo Salvador Allende: “Ser joven y no ser revolucionario es una contradicción hasta biológica”, mantengamos el espíritu intacto y si no, que la nación nos lo demande…

PAT

Sigue nuestro CANAL  ¡La Jornada Estado de México está en WhatsApp! Únete y recibe la información más relevante del día en tu dispositivo móvil.

UAEM2