De la sequía a la inundación en un solo día: las ciudades de México son ejemplo del caos hídrico urbano

El ingeniero civil y maestro en urbanismo José Ramón Jarquín Rodríguez lanzó una advertencia contundente: “En las grandes ciudades de México, hemos llegado a una dicotomía absurda: una colonia puede quedarse sin agua por la mañana y terminar inundada por la noche”. Esta paradoja, explicó en entrevista, no refleja escasez de agua, sino una crisis en su gestión histórica.

En las grandes ciudades de México, hemos llegado a una dicotomía absurda

Jarquín detalló que hace 30 o 40 años los pozos se perforaban a 100 o 150 metros de profundidad. Hoy, deben llegar hasta los 380 metros. “Eso es estrés hídrico: extraemos más agua de la que devolvemos al subsuelo”, afirmó.

El especialista propone adoptar el modelo de “ciudades esponja”, aquellas que respetan las zonas de valor ambiental y permiten que el agua fluya y se infiltre naturalmente. “Los ríos, barrancas y escurrimientos son fundamentales. Urbanizar sin respetarlos interrumpe el ciclo del agua y reduce la sección hidráulica, lo que provoca inundaciones”, explicó.

Un ejemplo crítico ocurrió el 15 de septiembre del año pasado en Atizapán, donde se registraron lluvias de hasta 72 milímetros por hora, cuando el promedio es de apenas 16. “Sin áreas de amortiguamiento, el agua no tiene dónde alojarse y causa destrozos”, advirtió.

Jardines de Atizapán: donde más falta el agua… y más se inunda

Jarquín señaló que Jardines de Atizapán es el caso más extremo de esta contradicción. “Si se captara el agua de lluvia y se almacenara, podríamos evitar ambos problemas. Hay técnicas para lograrlo”, dijo.

Entre ellas, destacó los sistemas de captación y aprovechamiento de agua pluvial, que serán obligatorios en nuevas construcciones según el próximo Plan de Desarrollo Urbano. Además, se diseña un programa municipal para que edificaciones existentes puedan adaptarse.

“Si las ciudades dejaran de depender del Sistema Cutzamala durante la temporada de lluvias, podríamos almacenar agua y usarla en época de sequía. Así evitaríamos los contrastes que hoy padecen muchas comunidades”, explicó.

Mapas que definan lo urbanizable y lo no urbanizable

Una de las bases de las ciudades esponja es delimitar claramente qué zonas pueden urbanizarse y cuáles deben conservarse como áreas verdes o libres. “Estas zonas forman parte de la seguridad hidroecológica y deben quedar fuera del desarrollo urbano”, subrayó.

Atizapán depende en un 80% del Sistema Cutzamala, cuya capacidad ha disminuido drásticamente. “Pasamos de recibir 1,200 litros por segundo a apenas 350 o 400 el año pasado. Hoy estamos entre la mitad y dos tercios de lo que solíamos recibir”, lamentó. Esto ha provocado escasez en múltiples colonias del municipio.

Parque en Presa Madín: una apuesta por el agua y el espacio público

El presidente municipal Pedro Rodríguez presentó un anteproyecto para convertir la zona de Presa Madín en un parque público. “No solo se trata de recuperar espacio, sino de garantizar contacto humano con el agua, mejorar su calidad y sanear las descargas”, explicó Jarquín.

Finalmente, criticó el proceso de actualización de los planes de desarrollo urbano, previsto en el Código Administrativo. “Primero se hace el plan y luego se consulta a la ciudadanía. Eso genera molestia, porque lo que se presenta no se empata con la realidad de la gente”, concluyó.

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