De la urgencia por “ayudar”

De acuerdo con el informe presentado por Rosa Icela Rodríguez Velázquez, Secretaria de Seguridad y Protección ciudadana en la conferencia “mañanera” del Presidente Andrés Manuel López Obrador, se informó los siguiente: “Primero, decir que el huracán Otis categoría 5 inició como depresión tropical a las 9:00 del día 22 de octubre. Para las 15:00 horas se fortaleció como tormenta tropical 800 kilómetros al sur sureste de Acapulco. Para el día 23, a las 15:00 horas, se mantuvo como tormenta tropical, aumentando la velocidad de sus vientos. Para el día 23, a las 12:00 horas, aumentó de intensidad a huracán categoría 1, a 235 kilómetros al sur sureste de Acapulco. Para las 13.00 horas aumentó de intensidad a categoría 2, a 220 kilómetros al sur sureste de Acapulco. Para las 15:00 horas, dos horas después, aumentó de intensidad a huracán categoría 3, a 185 kilómetros al sur sureste de Acapulco. Para las 18:00 horas del 14 de octubre aumenta de intensidad a huracán categoría 4, a 135 kilómetros, al sur sureste de Acapulco, Guerrero. Y para las 21:00 horas aumentó de intensidad a huracán 5, a 125 kilómetros al sur sureste de Acapulco. Para las 24:25 horas, el centro del huracán categoría 5 tocó tierra en la costa central de Acapulco.

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A las 3:00 de la mañana se dio un decremento en su intensidad a categoría 4 en tierra a 40 kilómetros al nornoroeste de Acapulco.” 

Toda la información anterior para generar el contexto que describa que no había forma para estar preparados para la devastación generada por el fenómeno de la naturaleza que mutó en unas cuantas horas de depresión tropical a huracán de categoría 5, el más  tremendo que haya tocado tierra en Acapulco en la época moderna. Con una interrupción en los servicios básicos, apagones, falta de electricidad, carreteras devastadas y cancelación de cualquier vuelo de tipo comercial o gubernamental, el puerto acapulqueño parecía haberse quedado aislado.

La desesperación de todos aquellos con familiares y amigos en la zona por conocer su situación provocó diversas reacciones, desde la descalificación de las acciones emprendidas, hasta la generación de centros de acopio y la inmediata movilización de la sociedad civil en puntos diversos de nuestro país.

La utilización de las descalificaciones en una campaña de descalificación política, – la estupidez humana siempre sorprendiendo y alcanzando niveles de mezquindad insospechados – en los momentos en que la humanidad se pone a prueba.

Ante lo mencionado solicité entrevista con Angélica Rivera de la Loza, Directora de Desarrollo Institucional de Banco de Alimentos del Edo. De México IAP; y Mario Vázquez Alatorre, Presidente de Cruz Roja Mexicana Delegación Toluca. Una de las más hermosas características de los mexicanos es que ante las grandes tragedias nos unimos en un gran afán de ayudar, sin embargo en muchas ocasiones este afán de ayuda se ve opacado por el desconocimiento, ambos entrevistados dejaron todos los puntos muy en claro, en caso de querer conocerlos los invito a ver su participación y la forma de ayudar óptimamente: http://bit.ly/3Sk0rqS

Entre las cosas que hay que evitar llevar a los centros de acopio de acuerdo con Mario Vázquez de la Torre están: agua, ropa, medicamentos, y productos a granel.

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El centro de acopio de la Cruz Roja Mexicana delegación Toluca permanece abierto de 8:00 de la mañana a 8:00 de la noche y se estarán impartiendo cursos y talleres para poder sumarse como voluntarios o para gestionar los centros de acopio de forma correcta.

Desde ayer y de forma masiva seguramente han observado que están llegando mensajes politizados que invitan a no apoyar y que critican la decisión de no permitir que ingresen víveres a la zona siniestrada si no es por medio de Gobierno Federal, la Marina, el Ejército Mexicano y la Guardia Nacional. Esto obedece a múltiples factores de inseguridad, posibles actos de rapiña y evitar arriesgar a la ciudadanía. Desafortunadamente y no en contadas ocasiones pareciera que es mayor el afán de protagonismo  que el entendimiento de las circunstancias. Les aseguro que a las personas damnificadas no les interesa de dónde venga la ayuda, sino que en realidad llegue.

¡Hoy es el momento! ¡Nuestros hermanos de Guerrero necesitan nuestro apoyo! Si está en nuestras posibilidades aportar, hagámoslo.