De pensar en retirarse a pelear por un lugar en la selección de futbol de playa
José Carlos Olivares Garduño, portero que ha hecho camino en la capital mexiquense, busca un lugar en la selección nacional de futbol de playa, donde lleva dos semanas concentrado por una invitación que le llegó cuando pensaba colgar los guantes.
El arquero de 25 años se encuentra concentrado en Centro de Alto Rendimiento (CAR), ubicado en el Cerro de Ajusco; en Ciudad de México, espacio de concentración de la selecciones nacionales de fútbol en diferentes categorías y modalidades.
Sin embargo, para el atleta el fútbol estaba por terminar, cuando comenzó a jugar en la modalidad de playa a causa de un torneo universitario del Consejo Nacional del Deporte de la Educación para reactivar actividades.
“Pasó lo de la pandemia y al reactivarse la actividad por parte de CONDDE, se hacen los nacionales sin ningún filtro, sin regional, estatal, ni nada y sacaron la convocatoria para futbol playa, en mi universidad sacaron la selección de los de bardas y los de asociación y así es como llego yo”, dijo Olivares en entrevista para La Jornada Estado de México.
Un lugar en el futbol de playa
La vida da muchas vueltas, lo que le ha quedado claro al cancerbero, quien platica estaba por dejar el deporte de alto rendimiento para encarar la vida de profesionista cuando se abrieron puertas que no había tocado.
“No es como que naces y quieres ser jugador de playa, las circunstancias de la vida te van llenando por distintos caminos, yo te puedo decir que pensé que para mi estas experiencias ya se habían terminado, porque mi ciclo en el fútbol profesional, en el fútbol universitario ya había terminado».
«Se me presenta esta oportunidad, que no es cualquier oportunidad, comenzando por el fútbol playa y selección mexicana, al final por algo estoy aquí y experimentar algo nuevo siempre miedo pero también creo que siempre te deja una gran experiencia”, apuntó el arquero.
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Ganando su lugar
No han pasado más de seis meses que comenzó a jugar esta disciplina, la que; aunque complicada, no le fue del todo extraña luego de una vida en el fútbol asociación. Detalla que tras participar en el torneo universitario, el equipo del Estado de México ganó la medalla de oro, lo que llamó la atención del conjunto nacional.
“Yo creo que la selección se enteró y para ellos es muy difícil conseguir partidos amistosos contra un equipo que tenga más o menos el conocimiento de las reglas, entonces nos hacen la invitación a venir (al Centro de Alto Rendimiento) a un partido amistoso, les causó buena impresión, nos invitan a un segundo partido y ahí es cuando me hacen la invitación a ganarme un lugar”, dijo el arquero.
Lo que está viviendo el portero es la mejor experiencia que ha tenido, según menciona; donde comparte con jugadores que han forjado un camino en el fútbol mexicano.
“De experiencia es lo mejor, el día a día, el convivir, el estar con gente muy experimentada, gente que llegó a debutar en primera división, gente que ha tenido muchos procesos en el fútbol, pero ahora en una disciplina diferente, lo que es un gran reto porque no es una modalidad fácil de trabajar”, señaló olivares.
No pierde de vista el objetivo
A pesar de ello, no pierde de vista el objetivo; pues sabe que como arquero novato y uno de los más jóvenes en la convocatoria debe ponerse a la par de sus compañeros.
“Aquí hay gente que ha llevado muchos procesos, con mucha experiencia y te das cuenta por su técnica, por la lectura de juego y no me queda nada más que acoplarme a ellos, aprenderles mucho y enfocarme para dar lo mejor de mi y al final es trabajo y constancia para ganarse un lugar aquí”, concluyó.
José Carlo, permanecerá con el equipo nacional durante un mes y medio, aproximadamente, en el que buscará ganarse un lugar para los compromisos de la selección, lo que incluye premundial de la especialidad.
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DMM
