De saber hacer un alto…
Una coma,
Un punto y coma;
Un Punto y seguido. Un punto final.
Siempre me ha costado un trabajo brutal saber hacer un alto, el poder detenerme, el decir basta, estoy cansada, ya no quiero o ya no puedo más, siendo la hermana mayor con el estigma de ser “el ejemplo”, siempre dificulta el darse por vencido o simplemente poner una coma en el día a día.
Desde que era niña me educaron para ser una fuerza de la naturaleza, un bólido, – pero prohibido ser un vocho, eres un Ferrari, – a toda velocidad, a 1,000 km/s lista para estrellarte en cualquier momento, sin mirar atrás, sin rajarse, sin quejarse: “eres el ejemplo”.
Crecer así, puede ser un “poquito” intimidante y al mismo tiempo muy empoderante. Yo desconocía que mucho de lo que soy puede ser explicado a través de un diagnóstico, pero no se preocupen, no entraremos en materia de psiquiatría ni de psicología, únicamente en la relevancia de la salud mental y de las maneras en que la descuidamos en algunas ocasiones para cumplir con las expectativas de los otros.
No es en vano que hoy dos de las enfermedades incapacitantes por excelencia sean la ansiedad y la depresión, y mucho tiene que ver el hecho de ser enseñados a vivir en el futuro o en el pasado y jamás en el presente. Dicen por ahí los que saben más que yo que “la depresión es el dolor por el pasado y lo que no podemos cambiar de él,” mientras que “la ansiedad es el miedo al futuro.”
De acuerdo con la página de Gobierno de México – https://www.gob.mx/salud/prensa/008-en-mexico-3-6-millones-de-personas-adultas-padecen-depresion – “En México, 3.6 millones de personas adultas padecen depresión; de ellas, uno por ciento son casos severos, revela un estudio realizado en 2021 por los Servicios de Atención Psiquiátrica (SAP) de la Secretaría de Salud, disponible en https://bit.ly/3kbeC29”
Los datos no mienten cuando hablan también de la prevalencia un incremento preocupante de casos de ansiedad y depresión en jóvenes en educación media superior.
¿Dónde quedan las posibilidades y la esperanza cuando estas enfermedades y psicomorbilidades toman el protagonismo?
Es urgente hacer un alto de vez en cuando, es necesario valorar la salud de manera integral no importa quien se escandalice. Viene a mi mente el momento en que la gran campeona norteamericana Simone Biles decidió priorizar su salud y su integridad por encima de las expectativas de todos los que creían que sería la gran ganadora de los Juegos Olímpicos de Tokio.
Simone Biles, gimnasta multipremiada, o más bien la más premiada del mundo, decidió abandonar el escenario y la competencia, y a partir de la honestidad admitió que no estaba preparada mentalmente para continuar. Ante las preguntas dijo no estar segura de poder volver a competir en los Juegos de Tokio. En su ausencia, el equipo ruso ganó la medalla de oro. Las estadounidenses consiguieron las preseas de plata, y el mundo siguió girando, las tragedias no son eternas.
Hacer un alto, una coma, un punto y coma, un punto y seguido, o un punto final a veces valen más que una medalla de oro o una estrellita en la frente, si el costo es nuestra tranquilidad.
DB