Durante las fiestas decembrinas una parte de la población enfrenta la llamada depresión invernal que afecta a muchos mexiquenses en diciembre, acaparando hasta 80% de los casos atendidos por expertos de la salud mental.
Así lo dio a conocer Alejandro Gutierrez Cedeño, coordinador del Centro de Estudios y Servicios Psicológicos Integrales de la Facultad de Ciencias de la Conducta, quien añadió que se trata de un problema arraigado a las cuestiones climáticas y sociales de la temporada, que detonan conflictos anímicos.
“Un aspecto de melancolía y tristeza evoluciona a una depresión, el factor clima con el frío y oscuridad nos indica cuales van a ser nuestros comportamientos fisiológicos, dormirnos temprano, encerrarnos en casa por los fríos, el otro factor es lo psicológico que tiene que ver con circunstancias de la vida personal”.
Explicó que antes los sectores más vulnerables eran las personas con enfermedades terminales o de la tercera edad, pero actualmente son los que tienen entre 18 y 32 años, siendo también los que más incurren en el suicidio.
“Aquellas épocas en las que pensábamos que se suicidaba el enfermo terminal, el adulto mayor, la persona aislada, hoy nos damos cuenta que las cosas se han modificado, hoy tenemos niños y adolescentes que lo están haciendo,
El 80 por ciento de las consultas es por manejo de emociones
En el centro, dijo, de las 4 mil 500 consultas que otorgamos a lo largo del año, en este último trimestre del año, hasta el 80 por ciento es por manejo de emociones, y casi el 90 por ciento está asociado a depresión, si notamos está sensación.
En su mayoría, las llamadas son provenientes de Valle de Toluca, principalmente en Atlacomulco, Toluca, Metepec, Tenancingo, Lerma, Xonacatlán. El trimestre anterior el tema más recurrente es el de ansiedad.
Sobre el suicidio explicó que en México son casi un suicidio cada hora, quiere decir que es una constante; sin embargo, hay temporadas como abril mayo cuando hay menos, y noviembre, diciembre, enero, aumenta.
Qué hacer
El experto consideró que los amigos y familiares son un elemento fundamental para atender este fenómeno ya que son los que pueden identificar el problema y ayudar.
“Es un problema que se caracteriza por dejar de hacer tareas cotidianas, comer y de convivir con personas cercanas, son señales de alarma que podemos identificar e intervenir, pueden recurrir al Centro de la FACICO o buscar un especialista”.
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