Las lluvias intensas que azotaron los últimos días dejaron su huella en varias colonias de la Región de la Cañada, en Ecatepec. Piedras, lodo y cauces obstruidos complicaron el paso de vecinos, pero desde muy temprano cerca de un centenar de trabajadores municipales de Servicios Públicos se desplegaron para limpiar y retirar escombros.
Ecatepec atendió un socavón de cinco metros
El director de la dependencia, Carlos Cruz Ramos, informó que diversas cuadrillas, apoyadas por 15 unidades de maquinaria pesada —entre retroexcavadoras, camiones de volteo y minicargadores— trabajaron sin pausa en los puntos más afectados.
En Almárcigo Norte, el reblandecimiento del terreno provocó el desplome de un tramo de barda perimetral hacia un predio particular en la calle Atizapán. Con maquinaria retroexcavadora, los trabajadores retiraron más de 20 toneladas de piedra y lodo del patio de la vivienda para prevenir cualquier riesgo a los habitantes.
Otra zona crítica fue el Arenero de Las Venitas, donde la basura y la tierra bloquearon una rejilla. Allí, con un minicargador, se desazolvaron los cauces y se retiraron 150 toneladas de lodo y arena para evitar desbordamientos.
En la parte alta de la Sierra de Guadalupe, en la colonia Tierra Blanca, también cedió un tramo de barda que delimita la zona de conservación ecológica. El escombro fue retirado de inmediato, pues representaba peligro para la comunidad.
En la colonia La Teja, en San Andrés de la Cañada, el cauce de la calle De las Rosas sufrió un deslave por el paso de agua bronca. Se retiraron más de 50 toneladas de lodo y piedras, liberando así el tránsito vial y peatonal.
“Operativo Tormenta” continúa activo
Mientras tanto, personal del organismo de agua Sapase atendía otra emergencia en Villas de Guadalupe Xalostoc. Una fuerte lluvia provocó un socavón de cinco metros de diámetro y dos de profundidad sobre la Vía Adolfo López Mateos (R-1), donde un vehículo quedó varado. Bomberos y Protección Civil acudieron para rescatar la unidad y acordonar la zona.
El director de Sapase, Francisco Reyes Vázquez, detalló que el colapso se debió a una fuga en la red de drenaje de 61 centímetros de diámetro, que reblandeció el terreno y el asfalto. Ocho trabajadores, apoyados por una retroexcavadora de tres y media, abrieron una zanja para reparar la tubería y restablecer la seguridad en la vía.
Por instrucción de la presidenta municipal, Azucena Cisneros Coss, el “Operativo Tormenta” continúa activo, listo para responder ante cualquier nueva contingencia.
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