El Estado de México cuenta con una diversidad geográfica y climática que permite el desarrollo de distintos proyectos de energía renovable.
En los últimos años, la entidad ha enfocado sus esfuerzos en la generación de energía solar, aunque existen otras fuentes con potencial que podrían contribuir a la diversificación de la matriz energética.
Sebastián Rodríguez, especialista en medio ambiente de la Universidad Autónoma Metropolitana, señala que la entidad tiene condiciones favorables para la implementación de energías limpias.
“El Estado de México tiene cinco tipos de clima, posee diferentes ecosistemas que permiten el aprovechamiento de diversas fuentes de energía renovable. La variabilidad en su topografía y clima lo convierten en un territorio adecuado para la energía solar, eólica, hidroeléctrica y de biomasa. Es algo que tendrían que estar explotando”, mencionó.
Aumentó la instalación de paneles fotovoltaicos en Edomex
La energía solar ha sido la más desarrollada en la región debido a los niveles de irradiación que recibe la entidad, principalmente en el Valle de México y el Valle de Toluca. Según la Comisión Estatal de Energía del Estado de México, el aumento en la instalación de paneles fotovoltaicos en zonas urbanas e industriales ha permitido una mayor generación de electricidad mediante esta tecnología.
Sin embargo, la energía eólica es otra alternativa que podría desarrollarse, aunque en menor escala en comparación con otras entidades del país. Algunas zonas del Estado de México cuentan con velocidades de viento suficientes para la instalación de aerogeneradores.
Rodríguez indica que este tipo de proyectos requieren estudios detallados sobre la viabilidad del recurso en cada área.
“Si bien la energía eólica no es tan común en la entidad, hay regiones donde podría implementarse con el apoyo de la infraestructura adecuada en su variedad de climas el estado también tiene zonas con vientos más intensos en México, junto con Oaxaca y Tamaulipas”, apuntó.
Las plantas minihidráulicas pueden ser una opción viable
El potencial hidroeléctrico se encuentra en sus cuerpos de agua, así como el aprovechamiento de la biomasa es otra opción que podría explorarse en el Estado de México, según el especialista.
“Las plantas minihidráulicas pueden ser una opción viable en comunidades donde la demanda energética no es tan alta y el acceso a la red eléctrica es limitado.
“Los residuos orgánicos pueden utilizarse para producir biogás o generar electricidad mediante su combustión controlada. Este tipo de proyectos pueden contribuir a la reducción de desechos y al mismo tiempo generar energía”, explicó.
Asimismo detalló que uno de los principales retos para la implementación de energías renovables en la entidad es la adecuación de la infraestructura eléctrica. La variabilidad en la generación de energía solar y eólica requiere sistemas de almacenamiento y distribución que permitan su integración a la red.
“El almacenamiento de energía es clave para garantizar un suministro estable. La intermitencia de algunas fuentes renovables hace necesario contar con baterías o sistemas híbridos que permitan un mejor aprovechamiento”, explicó.
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