Educación y Alimentación
En el Estado de México se cuenta con la matrícula estudiantil más grande del país; y un porcentaje importante de estudiantes regresó a clases el pasado lunes para dar inicio así al ciclo escolar 2024-2025.
Los datos contenidos en el Plan Estatal de Desarrollo del Estado de México 2023-2029 sostienen esa información: el pasado ciclo escolar lo integraron cuatro millones 524 mil 461 alumnas y alumnos; de los cuales 85 por ciento estudia en planteles educativos públicos y 15 por ciento en escuelas privadas; se tiene registro de 253 mil 668 docentes y más de 25 mil planteles.
El porcentaje mayor de población estudiantil mexiquense se encuentra en el nivel primaria con un 38.09 por ciento; 18. 74 por ciento corresponde a secundaria y el 13.02 a educación media superior.
Las expectativas son altas siempre que da inicio el ciclo escolar. En los alumnos, los padres de familia y no se diga los maestros que tienen con antelación que preparar todo lo concierte al tema para iniciar las actividades.
Sin embargo, hay diversos factores que se vienen registrando durante el trayecto del ciclo escolar que hacen complicada y difícil la misión en algunos casos, ocasionando abandono de clases o deserción, situación que se presenta al menos en el caso del Estado de México en educación media superior y superior.
El reporte de Indicadores de la Secretaría de Educación Pública menciona que en la entidad el abandono escolar se ha incrementado principalmente en esos niveles educativos, lo cual es complejo porque se cierran puertas para obtener un empleo bien remunerado, se amplía la pobreza y las desigualdades y quizá también conductas antisociales.
El grado promedio de escolaridad de la población en el Estado de México es de apenas 10.3 años, lo que es igual al primer año de educación media superior.
Sin duda las causas se deben revisar para poder revertir ese indicador, sobre todo en una entidad con un potencial como el que tiene el Estado de México.
Todos los factores cuentan y en los diversos niveles educativos.
Por ejemplo, en educación básica son necesarios programas de alimentación escolar de calidad, así lo advierte el Programa Mundial de Alimentos de la ONU, que por cierto lleva a cabo en nuestro país en estos días un Foro de Alimentación Escolar para mejorar la nutrición de los niños.
En el foro auspiciado por la Agencia Alimentaria de la ONU y México, participan países de la región de América Latina y el Caribe, en donde 40 millones de personas sufren hambre y un tercio de los niños son obesos.
Se establece que una dieta saludable, es decir la que se debe proporcionar todos los días a las niñas y niños, cuesta 4.56 dólares, por ello la urgencia de promover programas de comidas nutritivas y sostenibles.
Con ello se revertirá la mala nutrición que impide un adecuado desarrollo, que sea sano en donde los niños aprendan, jueguen y sean felices.
Ahora sí que la letra con hambre no entra, por lo que es necesario reflexionar sobre todo en el entorno educativo y en los distintos niveles para instrumentar políticas públicas que sean positivas para el aprendizaje y el conocimiento.
@periodistamex
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