El regreso

Hace unos días el gobierno de la república informó que van más de cuatro mil deportaciones de connacionales provenientes de los Estados Unidos de Norteamérica, de los cuales aproximadamente el 10 por ciento son mexiquenses, de acuerdo con estimaciones de la Coordinación de Asuntos Internacionales del Gobierno del Estado de México.

La etapa 2.0 de Donald Trump en la presidencia de ese país viene intensa. Así lo hemos percibido, no pasa un día en que se aprecien acciones con mayor énfasis en la repatriación de migrantes.

La Oficina de Migración y Aduanas da a conocer un récord diario de arrestos y detenciones. Las van contabilizando con un efecto intimidador. Por ejemplo, el pasado 28 de enero se registraron 969 arrestos y 869 detenciones.

Con un alud de órdenes ejecutivas el presidente Donald Trump comenzó su segundo periodo en la Casa Blanca. Un apartado que ha sido prioridad es el relacionado con migración y frontera, por ello la declaratoria de emergencia nacional en la frontera sur, además de instruir, de acuerdo con versiones periodísticas, la construcción de barreras físicas adicionales al famoso muro a lo largo del espacio limítrofe con nuestro país.

Cómo olvidar la autorización para llevar a cabo redadas migratorias en sitios que eran considerados como neutros, esto es en iglesias, escuelas y hospitales. Y así avanza la gestión del presidente de la nación más poderosa del mundo, sorprendiendo conforme van transcurriendo los días.

Hace unos días la presidenta de México Claudia Sheinbaum informó que en el periodo comprendido entre el 20 y el 26 de enero fueron repatriados 4 mil 94 mexicanos, cifra que aseguró, no es nueva.

De ese total de deportados, la Coordinación de Asuntos Internacionales del Gobierno del Estado de México estima que el 10 por ciento, es decir 400 personas son mexiquenses quienes seguramente ya se encuentran en sus lugares de origen.

Existen comunidades en el Estado de México en las cuales los paisanos se van en busca del sueño americano, dejando a sus familias, quienes reciben unos meses más adelante el apoyo económico que aquí no se pudo generar. No todos los migrantes mexicanos están vinculados con actividades delictivas, son más los que ofertan mano de obra en actividades que los ciudadanos norteamericanos no realizan.

En varios de los casos el recurso que envían se ocupa para la construcción de casas, de ahí que sea posible ver edificaciones en obra negra que van avanzando conforme llegaban los dólares.

Ahora, en muchos de esos casos, pueden ser los repatriados quienes lleguen a habitar esas edificaciones que financiaron y levantaron a distancia; sin embargo, queda pendiente de resolver el tema de empleo para continuar con el sustento de sus familias.

Eso es en cuanto a los repatriados. 

Otro tema que cada vez es más frecuente y tiene que ver con temas migratorios, está relacionado con las personas que provienen de naciones sudamericanas que en su paso hacia los Estados Unidos de Norteamérica consiguen un empleo temporal.

Así es común ver en mercados, en autolavados y en otros establecimientos personas originarias de Venezuela, Cuba y Colombia que se emplean con tal de atemperar el bolsillo en esta región del centro del país.

La historia de los migrantes sin duda seguirá dando de qué hablar…y de qué escribir.

@periodistamex

PAT

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