El Estado de México tiene regiones que lo catalogan como uno de los más afortunados del país, sus paisajes, zonas arqueológicas y turísticas son especiales, pero está marcado por la rudeza de su día a día, municipios marginados y ahí es donde nace S.A.D.
S.A.D. es una banda que busca reflejar, a través de sus letras, la dura realidad que implica vivir en la marginación
Es una banda propositiva, que hereda un rock crudo y contestatario, letras que buscan justicia y con las que sus integrantes, originarios de Nezahualcóyotl, desean dejar huella.
“Vamos creciendo y felices de compartir todo el trabajo que hemos hecho. S.A.D. son las siglas de Somos Alcohólicos y Drogadictos. Sin embargo, no hacemos apología de las drogas ni de las adicciones, al contrario. Queremos rescatar la crudeza de la marginación.
“Nuestra música refleja esa realidad dura que vivimos, sobre todo en las zonas marginadas. Buscamos representar a las personas que, como nosotros, han estado cerca de esas situaciones”, respondió Laar Laorrabaquio, vocalista y guitarrista de la agrupación.
A pesar de ser de un mismo país, los mexicanos tienden a discriminar o criminalizar a ciertos estados o ciudades y esto lo viven en carne propia los integrantes de S.A.D. y es por eso que con su música tratan de romper ese “racismo” hacia el mexiquense.
Este grupo de Nezahualcóyotl refleja en las letras de sus canciones el rigor del el abandono de esa zona del Estado de México
“Cuando la gente escucha ‘Estado de México’, automáticamente piensa en lo peor, sobre todo cuando se menciona la zona oriente. Creen que es la más peligrosa del país. Pero también hay cosas buenas, como jóvenes que hacen rock.
“Nosotros somos prueba de eso. Vivimos en un ambiente donde convivir con adicciones y marginación es parte del día a día, pero la música nos ha permitido encontrar una alternativa y una voz para representar esa realidad”, asegura Felipe Laorrabaquio, vocalista y guitarra.
Para el baterista Ignacio Cortés, en el mundo del rock, la provocación es parte de la cultura y S.A.D. lo refleja en su nombre y música.
Asegura que pretenden darle voz a aquellos que pasan por momentos difíciles, como adicciones o dolor del alma.
“Sí, el rock siempre ha estado ligado a la provocación, y creo que nuestro nombre provoca mucho. Queremos apelar a quienes padecen enfermedades del alma, aquellos que han caído en adicciones o que viven en situaciones difíciles. Nuestra música habla de esas realidades. Buscamos darles representación y alternativas a través de nuestro trabajo”, destacó Cortés.
Así como ellos desean influir en otros, también tienen gustos que le dan al grupo un toque especial, una mezcla de sonidos que provocan que quienes los escuchan en vivo bailen con frenesí.
“Venimos de una zona que ha dado grandes músicos. El maestro Charly Montana, que en paz descanse, ha sido una gran influencia para nosotros, así como bandas de rock urbano y nacional. Mis influencias personales van más hacia el punk y el rock en inglés, pero cada miembro de la banda tiene sus propias referencias, lo que hace que nuestro sonido sea muy diverso y único”, apuntó el bajista Emanuel Ibarra.
La banda lleva casi siete años. Al principio, tocaban en la calle y experimentaron algunas malas experiencias con personas que se aprovechaban de grupos emergentes. Sin embargo, con el tiempo han logrado consolidar un sonido propio, y hoy en día están en un punto donde ven cómo su trabajo empieza a abrir puertas.
“Justo antes de la pandemia lanzamos nuestro disco Teatro y Fondos, pero se cancelaron todos los eventos y giras que teníamos planeados. Eso fue difícil, pero aprovechamos el tiempo para seguir grabando y produciendo. A pesar de las restricciones, logramos mantener el proyecto en pie. La pandemia cambió mucho, pero también nos ayudó a crear nuevas ideas”, relató Ibarra.
Su último material está influenciado por todo lo que vivieron durante la pandemia. El primer sencillo se llama 2020 y trata sobre las consecuencias de ese año para la gente común, la que perdió su trabajo o su hogar.
“Queremos reflejar una perspectiva realista y un poco distópica de lo que sucedió y sigue sucediendo en nuestra sociedad”, señalaron.
Ahora van cosechando éxitos, desde giras por Zacatecas, Durango, Acapulco, y para ellos ver que están logrando lo que soñaban es increíble.
“Nos hemos ido encontrando con personas a las que admirábamos de jóvenes, y ahora tocamos junto a ellos. Es algo que la vida te da cuando persistes”, reconoció Felipe.
Y como en todo, siempre hay diferencias, más cuando hay talento de sobra, sin embargo, han manejado las diferencias dentro de la banda con madurez.
“Como en toda banda, hemos tenido nuestros momentos difíciles, pero siempre lo arreglamos hablando. Somos una banda democrática, donde todas las decisiones se toman en conjunto. Aunque a veces haya diferencias, lo que prevalece es la música y el proyecto que tenemos en común. Al final, la banda es lo que más importa”, respondió Laar.
PAT
Sigue nuestro CANAL de WHATSAPPy entérate de la información más importante del día con La Jornada Estado de México.