Elecciones entre la ciencia y la superchería

En el mundo de las ciencias políticas hay pocos campos de investigación tan fructíferos como los relacionados al análisis de los resultados electorales. En esta materia usted puede encontrar bibliografía especializada, elaborada por expertos con metodologías refutables que brindan el conocimiento indispensable para discutir el tema, con herramientas como el índice efectivo de partidos, la fórmula de Taagepera, volatilidad, competitividad, índice de dominio territorial y muchos otros indicadores.

Luego se encuentran digamos las ramas esotéricas del análisis político, que por su falta de rigor teórico no pueden ser consideradas como científicas, pero tienen impacto en la interpretación, analizando si el candidato retrata bien, viste de tal o cual forma, tiene habilidades o no de comunicación, los colores que usa, el significado de ciertas jerarquías sociales y más elementos que se usan para determinar quien puede ganar una elección.

Un tema complejo y en el que abundan las generalidades, las mas socorridas son: que Morena ganará la siguiente elección y eso se puede documentar más o menos, luego habrá quien diga que en la base de votos de este partido se encuentran los electores más ignorantes y manipulables, eso ya es muy discutible y requiere otro nivel de interpretación, el método deductivo para el tema que nos ocupa sirve, solo si se usa para ciertas generalidades, pero cada elección tiene sus particularidades. 

Pongamos el ejemplo de Naucalpan, con lista nominal de alrededor de 700 mil electores, su participación fluctúa según el tipo de elección, una interpretación apresurada diría que morena va a ganar en Naucalpan, pero eso no ha sucedido ni en el 2021 ni en el 2023.

¿Por qué? los datos desagregados de Naucalpan consideran que en la última elección la coalición de morena PT y Partido Verde, obtuvo 140,083 votos ocupando el segundo lugar, mientras que la coalición PAN PRI PRD NAEM obtuvo 173,757, que ganó con el 53.87%, como se aprecia, ahí no ganó la maestra Delfina. Paradójicamente de las 455 secciones, la coalición que apoyo a la hoy gobernadora ganó en 246, mientras que la coalición perdedora (PRI PAN PRD NAEM) ganó 207, menos que las del partido en el poder.

¿Cómo se puede explicar este fenómeno y porque las generalidades ya no resultan útiles para el caso concreto?

Primero, donde ganó en 2023 morena el nivel de participación fue menor a la media del estado y del municipio, adicionalmente el margen de victoria en las que ganó fue muy bajo; en cambio la coalición de Alejandra del Moral ganó menos secciones, pero con un mayor nivel de participación y un mayor margen de victoria. 

En base a esta interpretación se puede afirmar entonces, que ahí perderá morena la siguiente elección. Definitivamente no se puede hacer una interpretación a partir de generalidades.

Segundo, justamente en las particularidades del resultado al nivel seccional donde el nivel de información y análisis se hace mucho más sofisticado, por ejemplo, en la sección 2895 correspondiente a Pedregal de Echegaray, la coalición que apoyo a Alejandra del Moral obtuvo 2521 votos, morena y sus aliados solo obtuvieron 350 votos, con un nivel de participación cercano al 70% mientras que en el estado el nivel promedio fue de 52%, la coalición ganó la sección con un margen de victoria del 74.81%.

Aquí es donde vienen las confusiones, el elector que vive en esta comunidad puede pensar que ese resultado se va a replicar y volverán a ganar la siguiente elección y aunque eso es muy probable a nivel seccional, no necesariamente va a suceder a nivel municipal, estatal o nacional.

Lo que este ejercicio muestra, es que el análisis del comportamiento electoral debe ser acompañado de la mayor evidencia empírica de la que se tenga al alcance, se puede por supuesto recurrir al esoterismo y a la interpretación de expertos de cafetería, pero eso ni es útil, ni ayuda a comprender un fenómeno tan complejo como son las elecciones.