Enrique Meza, la voz de la experiencia en el futbol toluqueño y nacional
El profesor Enrique Meza es una de las leyendas que han grabado su nombre en la historia del Club Deportivo Toluca, donde desde el banquillo, fue pieza fundamental de tres de los diez títulos que porta el escudo del club en forma de estrellas.
Escuchar a Enrique Meza es escuchar la voz de la experiencia, tanto en el futbol como en la vida, pues el entrenador no solamente es analítico en la táctica de juego sino que también en sus vivencias. “No sé nada más que de la vida”, advirtió el exjugador.
Enrique Everardo Meza Enríquez nació un 3 de marzo de 1948 en la Ciudad de México y, como muchos, se convirtió en jugador profesional por su pasión, su talento, pero sobre todo por su contexto de vida que le dio el hambre necesaria para cumplir el sueño y la madurez para no perder de vista el objetivo.
“Yo soy de una colonia de burócratas, en el DF (Ciudad de México), se llama la Colonia del Reloj y son pura gente que trabajaba en alumbrado público, en los camiones de la basura, parque y jardines, que trabajaban en el departamento del Distrito Federal, ahí fue cuando yo comencé a jugar.
Enrique Meza, la voz de la experiencia en el futbol toluqueño y nacional
“Es muy importante alejarse de lo malo, el mundo está lleno, desde ese entonces ya había gente que se drogaba, se alcoholizaba en la colonia y a mi los más grandes me invitaban, pero yo no acepté, yo dilaté hasta en casarme porque sabía muy bien que quería tener un cimiento para mi vida”, dijo Meza.
El destino también jugó su papel, pues dicen que “cuando te toca aunque te quites” y Enrique Meza culminó su primaria en la adolescencia a causa de un problema de salud, fue en esta misma cuando comenzó a jugar por dinero en el llano, comprometiéndose con el deporte que ahora representaba un forma del ingreso para el exjugador, lo que posteriormente le dio la oportunidad de llegar al Cruz Azul, donde vivió casi toda su carrera profesional.
“Si la peluquería costaba un peso, a mi llevaban a la del paisaje que cobraba 25 centavos; la del paisaje es de esas que se ponen en plena calle, allí, me hicieron una cortada en la oreja que se me infectó y batallé mucho tiempo con esa infección, casi se me caía, y de la primaria salí con 14 años.
“Siempre tuve la idea de ser un jugador profesional y a esa edad pude conseguir irme a jugar con un equipo de un laboratorio y que me pagaran, después lo conseguí y creo que fui un gran deportista por 15 años, quizá no tuve la calidad, pero lo disfruté mucho”, mencionó El Profe.
El entrenador se considera un caso atípico en el futbol nacional, donde no sólo tuvo una larga carrera como portero, sino que también la ha tenido como entrenador, siendo esta su faceta más exitosa, deportivamente hablando, con tres títulos de liga en Toluca y siendo punta de lanza de la época dorada, además de otro campeonato con Pachuca.
Con los Tuzos también logró tres campeonatos internacionales, unos de ellos fue la Copa Sudamericana, siendo el único entrenador en la historia del balón pie que ha ganado un torneo de la Conmebol; sin embargo, su vocación siempre lo ha llevado a tratar de transmitir su experiencia con los jugadores, lo que es su gran virtud, coinciden quienes lo conocen.
“Los jugadores son bien difíciles, a ellos no les gustan los horarios, solo les gustan las quincenas, pero cuando se acaban, cuando se tiene 34 o 35 años ya no hay más porque las carreras se acaban y a veces hasta también se acaba la familia y se quedan solos.
“Hay que vivir para jugar, para después vivir del juego, que eso es algo que ahora puedo hacer, porque siempre fui muy meticuloso, siempre guardé lo que ganaba, nunca hice derroche, ni me gustan los lujos. Yo le digo a los jugadores que tengan mucho cuidado”, mencionó.
«Hay que vivir para jugar, para después vivir del juego»
Meza es un hombre de familia y a ella debe sus grandes éxitos, pues es al lugar donde siempre acude en los buenos y malos momentos, en cada título y cada destitución.
“Yo tengo la suerte de tener una mujer maravillosa en mi vida ¡fantástica!, que me apoya, me lleva, me trae. Una vez, cuando estaba en la Selección Nacional y me tenía que ir muy temprano ella me trajo el desayuno, porque yo desayuno en la cama pues ella me mal acostumbro, y ahí desayunamos los dos.
“Ella me vio y me preguntó – ¿qué tienes?- le dije que me sentía muy cansado y debíamos de viajar, entonces me dio el nombre de tres directores técnicos que en ese momento no tenían trabajo, que por qué no les marcaba para que me suplieran, se me quitó lo cansado. Realmente me estaba quejando de una estupidez y fui con todas las ganas”, compartió.
En este sentido, el estratega compartió que tras 41 años como entrenador, la etapa más difícil de su carrera fue como entrenador de la Selección Mexicana, puesto al que llegó en el año 2000 y que dejó en 2001 ante los resultados que lo acompañaron.
“Ha habido momentos difíciles, pero ninguno como la Selección Nacional, yo tengo que reconocer que me equivoqué mucho, porque yo cedí jugadores cuando no debí haberlos prestado, cuando la Selección Mexicana es primero que nada y lo pagué caro porque me tuve que ir todo apaleado, me dolió muchísimo porque siempre quise algo con la Selección, pero yo no pedí ir a la Selección, México me pidió y por eso fui, pero no fui congruente entre lo que hice y entre lo que ahora digo.
“Yo creí que iba a ser diferente, pero es un trabajo más duro de lo que uno se imagina porque a parte el director nacional se vuelve el enemigo público número uno y nosotros los mexicanos somos bien difíciles y hoy yo sé que cambiaría muchas cosas”, compartió.
Meza recordó que antes de dejar el Toluca para ir al mayor puesto que puede ostentar un entrenador en la nación, Valentín Diez, actual presidente y dueño del equipo, le hizo la recomendación de esperar; sin embargo, era una oportunidad que se debía a sí mismo desde jugador.
“Las cosas no me salieron bien, al contrario, me salieron muy mal. El presidente y el dueño del Toluca, Don Valentín Diez, hombre que yo quiero muchísimo, antes también su papá, cuando yo me iba a ir a la Selección Mexicana me dijo -Enrique no te vayas- pero le expliqué que tenía muchos deseos de ir, porque nunca fui a la Selección como jugador.
TE SUGERIMOS: ¡Noche mexicana! Bebidas que no pueden faltar
Cometí errores que al final siempre se pagan
“Él me decía que no me fuera, que la selección no estaba bien, que me iban a quitar pronto y me fui del Toluca de mi amores y pronto salí de la Selección Nacional, lo pagué muy caro, cometí errores que al final siempre se pagan, creo que en la vida siempre debemos tener mucho cuidado con lo que hacemos”, mencionó.
El propio estratega reconoce que ni él mismo sabe si está retirado del banquillo, aunque admitió sentir que ya no está en edad de ser director técnico; sin embargo, sigue compartiendo su experiencia, recientemente con su libro biográfico titulado “Voluntad”, donde mucho dedica a Toluca, un lugar en el que recuerda vivió una de sus épocas más felices.
“Mi hijo una vez me lo preguntó, que veníamos por Paseo Tollocan, me dice – oye jefe y ¿que sientes de estar aquí?- pues muy emocionado, le dije, sí estuve por aquí y por allá y después me fui a trabajar por otro lado, pero fui muy feliz aquí, ¡pero tan felíz!, que lo quiero muchísimo y como aquí no hay ningún otro lado”, recordó la leyenda del futbol con la voz entrecortada.
TAR