Exigen vecinos frenar desfogues de aguas negras en Cuautitlán Izcalli

Exigen vecinos frenar desfogues de aguas negras en Cuautitlán Izcalli

Habitantes de Cuautitlán Izcalli, exigieron a las autoridades detener de una vez por todas los constantes desfogues de aguas negras provenientes de la presa Ángulo.

Sarai Palma
Junio 12, 2025

Habitantes del ejido San Isidro y de la Unidad Habitacional Niños Héroes en Cuautitlán Izcalli, exigieron a las autoridades federales, estatales y municipales detener de una vez por todas los constantes desfogues de aguas negras y pluviales provenientes de la presa Ángulo, que cada temporada de lluvias afectan gravemente a sus comunidades.

Piden frenar desfogues de aguas negras en Cuautitlán Izcalli

Los vecinos señalaron que llevan años padeciendo anegaciones, suspensión de clases y daños en sus viviendas debido a que la presa recibe escurrimientos de los municipios de Atizapán de Zaragoza, Nicolás Romero y, en menor medida, Cuautitlán Izcalli. Las descargas terminan canalizadas, como solución improvisada, al drenaje de la Unidad Habitacional Niños Héroes, lo que provoca colapsos y severos encharcamientos.

“Cada año esto se convierte en una cloaca. No es justo que nuestras calles y casas terminen llenas de aguas negras sólo porque no han hecho el colector que prometieron hace años”, comentó un comerciante afectado de la zona.

Durante un recorrido, vecinos mostraron los tubos de gran diámetro que desde hace casi seis años permanecen abandonados a un costado de la avenida 13 de Septiembre. Esta infraestructura sería parte del colector que conectaría la presa Ángulo con el Emisor Poniente, pero la obra jamás fue concluida.

“Los tubos están ahí, llenos de grafiti, y hasta sirven de escondite para quienes cometen asaltos. Es el monumento al abandono”, denunció Adriana Ximelle, vecina de Ampliación San Isidro.

Las consecuencias son palpables. La semana pasada, tras una intensa lluvia, las escuelas Gregorio Torres Quintero y Tierra y Libertad suspendieron clases porque la avenida 13 de Septiembre quedó totalmente anegada. “El agua les llega a los niños hasta las rodillas. No es seguro para ellos ni para nadie”, explicó Adriana Gómez, abuela de dos alumnos.

Vecinos colocan costales en calles y entradas

Los pobladores indicaron que incluso colocan costales en calles y entradas de sus casas para contener los escurrimientos, pero estas acciones resultan insuficientes: cada año hay hogares inundados.

El pasado 2 de junio, la presión del desfogue rompió un tubo en la esquina de avenida Quetzal y cerrada de Carrizales, dañando el zaguán de una vivienda.

En conferencia de prensa reciente, el alcalde Daniel Serrano reconoció que se requiere una inversión de al menos 150 millones de pesos para construir el colector, el cual es, dijo, “la única solución real” al problema crónico.

Mientras tanto, los vecinos continúan en la incertidumbre cada que el cielo se nubla. “Cuando llueve en Atizapán, nosotros acá rezamos. Porque sabemos que lo que no quieren allá, nos lo mandan a nosotros”, lamentó Sandra Sánchez, otra afectada.

Los habitantes de ambas comunidades piden acciones concretas y urgentes, no promesas.

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SPM

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