Expectativas de 2022
Estamos a unas horas de terminar 2021, un año complicado porque implicó cambios en la geografía política mexiquense y nacional; porque la economía no ha levantado; porque la cifra de desempleo no sube, pese a los buenos deseos o anuncios de los gobiernos, y porque, a pesar del semáforo verde, seguimos con la amenaza de otra oleada masiva de contagios, ahora por la variante Omicron del Covid-19.
En el ámbito estatal, Morena perdió mucho de lo que había ganado en 2018 y eso representó situaciones inéditas en la entidad, como las que viven en estos momentos los municipios de Toluca y Naucalpan, administraciones agobiadas por sus deudas, al grado que no pagaron aguinaldo a sus trabajadores.
Todo ello derivado no sólo de una mala planeación o del recorte de las participaciones federales y estatales, como han señalado los alcaldes, también se debe a la soberbia de no entender el momento social y el hartazgo de la gente, en esta ocasión, como en muchas veces anteriores, reflejado en las urnas.
2021 significó un respiro para PRI y PAN, partidos políticos que, en los comicios del 6 de junio, agarraron un poco de oxígeno ciudadano que les permite tener otro panorama de cara a las elecciones del 2023, aunque falta mucho tramo.
Además, los resultados de ese año estarán condicionados al trabajo de los alcaldes, porque ya se vio que los electores sancionan a los que no trabajan o a los que prometen y no cumplen.
2021 pasará a la historia de Toluca y Naucalpan como el año de la basura, enormes cerros de desechos abandonados en las calles, porque los trabajadores, en rebeldía por la falta de pago salarial, decidieron abandonar sus labores y depositarla en las vías. Nunca se había visto algo semejante en la entidad.
Los contagios por Covid-19 disminuyeron drásticamente, ya que, de más de 10 mil casos activos todavía en agosto, ahora apenas rebasan el millar. Eso se debe a los esfuerzos para vacunar a la población, que cumplieron un año el 24 de diciembre.
Para los economistas, 2021 termina de una manera decepcionante, porque existe el riesgo de que el Producto Interno Bruto del cuarto trimestre reporte una caída que se sumaría a la contracción de julio-septiembre y podría implicar una nueva recesión económica.
Las optimistas predicciones de fines de 2020, cuando se veía a 2021 como el gran año de la recuperación económica se quedaron muy cortas. Sí, hubo un repunte, pero fue muy pobre y terminó siendo un rebote del avance de la economía de los Estados Unidos.
Los analistas económicos consideran que México terminará con un crecimiento de entre 5.4% y 5.9%, que podría parecer alto, pero si consideramos que 2020 lo cerró con una caída de 8.4, no hubo en realidad ninguna recuperación, antes al contrario el riesgo de una recesión es inminente para los primeros meses de 2022.
En el ambiente político se espera que 2022 sea el campo de batalla de los aspirantes a conseguir la candidatura en sus partidos. En Morena, por ejemplo, hay una batalla entre Higinio Martínez Miranda, Delfina Gómez Álvarez y Horacio Duarte Olivares.
En el PRI la batalla se centrará entre el mandatario estatal Alfredo Del Mazo Maza y Alejandro Moreno Cárdenas para ver quien logra imponer a su candidato o candidata. Alejandra del Moral, Ana Lilia Herrera y Laura Barrera, de mujeres. Elías Rescala y Ricardo Aguilar, hombres. En el PAN, no hay otro que Enrique Vargas del Villar. Los demás se plegarán a las alianzas o coaliciones a las que logren amarrarse.
En buena medida, en 2022 habrá definiciones para las elecciones de 2024, pero aquí lo interesante es la lucha entre Claudia Sheinbaum y Marcelo Ebrard por ganar la confianza de AMLO. Este escenario contaminará todo el ejercicio político del año.