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El pasado domingo falleció el maestro artesano Tiburcio Soteno Fernández, pilar del Arte Popular Mexicano.
Sin lugar a dudas la familia Soteno es de las más longevas y significativas para esa tradición, misma que se encuentra de luto junto con el municipio y la entidad.
Metepec no solo es un Pueblo Mágico, sino que alfarero por excelencia y tradición, muchas familias se dedican a este noble oficio moldeando el barro para darle vida a increíbles piezas como árboles de la vida, sirenas, jarros, valijas, entre otras.
El señor Tiburcio creó árboles de la vida que orgullosamente representan nuestra cultura en varios museos del mundo y enseñó a nuevas generaciones el arte de la arcilla con la intención de continuar con la elaboración de artesanías que se convierten en arte.
Hijo de Doña Modesta Fernández y Don Darío Soteno, fue el sexto de los hombres y noveno de los 12 hermanos, desde niño empezó su trayectoria como alfarero imitando a sus hermanos cuando amasaban el barro.
¿Quién era Tiburcio Soteno?
A la edad de seis años empezó a elaborar árboles de la vida, yuntas y también árboles con la temática de San Isidro Labrador de 20 centímetros.
Participaba con maquetas en la escuela e incluso llegó a realizarles trabajos a sus compañeros.
Laboró en el taller de su hermano Pedro, donde realizó árboles para varias embajadas. Su talento y dedicación han sido reconocidos en distintos países como Canadá, Estados Unidos, Inglaterra, Escocia y España, entre otros.
Esculturas, nacimientos y los famosos árboles de la vida que reflejan las costumbres y tradiciones de México son parte de su trabajo y que lo llevaron a ganar premios en múltiples concursos de alfarería a nivel local, estatal, nacional e internacional.
Además de obtener el título de “Gran Maestro del Arte Popular”.
Su hijo, Saúl Soteno, ha mencionado que se inspiró desde joven en el trabajo de Dante Aliguieri y en el trabajo del artista Gustave Doré. Además de mostrar la forma en la que él veía la vida y la muerte.
El maestro Tiburcio representó 22 veces a Metepec y a México en diferentes países.
Algo a lo que menciona su hijo “le ayudó mucho a que su mente siempre estuviera viajando” para salirse de lo tradicional. Y a él eso le gustaba, siempre estaba imaginando como si no estuviera aquí, según cuentan.
Dentro de la región y para la comunidad, el maestro Soteno no solo era conocido por su arte, sino que siempre se caracterizó por ser activista, político y defensor de los derechos de los artesanos y de quienes más lo necesitaran.
Buscando siempre que se reconociera el trabajo de cada artesano, tanto del estado como del país.
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