La Orquesta Filarmónica Mexiquense (OFM), a cargo de la Maestra Gabriela Díaz Alatriste, fueron los encargados de interpretar por primera vez la Sinfonía 1821 de la maestra Gina Enríquez, una pieza de identidad mexicana.
Cabe señalar que las sinfonías están compuestas por diferentes obras que se conglomeran para exponer las intenciones del compositor, generalmente sin narrativas musicales que relatan o plantean diferentes discursos.
La de la maestra Enríquez se compone de 3 movimientos, a cada uno dedicándole un mes durante el año anterior, tomando como inspiración la independencia de México y con la intención de proyectar la identidad nacional. El grito de independencia es lo que manifiesta en la primera parte.
Sinfonía 1821 de la maestra Gina Enríquez
“Desde luego, la declaración de independencia; ese grito que dio el cura Miguel Hidalgo y Costilla. Lo que hice fue emular el grito de viva México, los tonos de la pronunciación con notas musicales y esa es la base de todo el movimiento, aunque con variaciones”, dijo Enríquez.
Asimismo, combinó los sonidos readaptando una pieza con sonidos mexicanos, pero con tonos que denotarán tranquilidad.
“Le puse un segundo tema, como lo marca la sinfonía que siempre necesita otro tema contrastante, y lo que hice fue utilizar otra pieza de mi autoría, pero con sonido mexicano; es una canción muy tierna, muy dulce y utilizamos el instrumento de campanas tubulares, para emular las campanas de la catedral”, señaló.
TE SUGERIMOS: Alma Delia aprieta el paso rumbo a París
Combinó sonidos readaptando una pieza con sonidos mexicanos
Para la segunda parte de la Sinfonía 1821 se manifiestan Sentimientos de la Nación, realizados por José María Morelos; sin embargo, la autora relata que fue necesario interpretar las necesidades mexicanas para manifestarlas en este movimiento.
“A mí se me hacía un poco difícil escribir el documento que escribió Morelos, ¡muy difícil, ¿cómo describes eso? lo que sí puedes describir son los sentimientos de la nación, lo que quería México en ese momento, que era su raíz, su identidad”, detalló Enríquez.
Dicho esto, la muestra explica que realizó una pieza con sonidos autóctonos apoyada de instrumentos de viento.
Regresó a las cinco notas principales de el viva México
“Para esto hice un tema autóctono, un tema indígena, es en lo que se basa este segundo movimiento. Es un tema muy dulce, muy arrullador piccolo (pequeña flauta) como solista, al clarinete también”, explicó.
Finalmente, en el último movimiento, es cuando emerge la identidad nacional, relatando la entrada del Ejercito Trigarante.
“Para el último movimiento, que es la entrada del ejército, volvemos a tener a los metales haciendo muchísimo ruido para simular los sonidos de cómo marchan, incluso hasta los instrumentos de cuerda hacen como tambores para sentir la trama.
Regresó a las cinco notas principales (el viva México) y cerramos con un tema mexicano, lo que es muy bonito, porque es sentir la identidad mexicana al final”, concluyó.
CONTINÚA LEYENDO:
TAR