“Girasoles en la Luna”: Una historia de conciencia y fantasía

La obra “Girasoles en la Luna”, con una propuesta unipersonal que combina clown, danza y fantasía, inició su segunda temporada en el Teatro Universitario Los Jaguares, apelando a la sensibilidad y la reflexión sobre el desplazamiento forzado en menores.

Israel Ríos, dramaturgo, director y actor de la obra, explica que este proyecto busca conectar con la audiencia a través de la nostalgia y la sensibilidad.

“Este es un espectáculo clown, es un unipersonal que nos va a conectar con los recuerdos de nuestra infancia, porque habla de un personaje que se llama Tristán, un hombre con corazón de niño que perdió a sus padres en una guerra y permanece buscándolos después de mucho tiempo. Vemos las travesías que le van aconteciendo”, detalló.

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“Girasoles en la Luna” cuenta la historia de Tristán

El montaje aborda temas sociales profundos, como el desplazamiento forzado, con un enfoque humanista, en este caso abordando el sentir de un niño que, a través de los años, se negó a dejar su hogar. La historia de Tristán se construye sobre una estética poética que permite explorar emociones como la pérdida, la esperanza y la resiliencia desde un lenguaje visual y corporal.

“Nos gusta mucho hacer obras que se conecten con la gente, que a través del espectáculo, a través del humor, abracemos a la gente para poder sensibilizarle.

En este caso en particular nos importaba mucho hablar del desplazamiento forzado, lo que a veces pasa en las comunidades que por la delincuencia o la violencia tienen que emigrar o son desplazadas de sus pueblos y se quedan sin hogar. Hablamos sobre todo de los niños que son desplazados y su sentir”, explicó.

Mezcla el clown, la danza, la fantasía

El lenguaje artístico de “Girasoles en la Luna” se distingue por su estilo onírico y multidisciplinario. Ríos enfatiza que la obra utiliza diferentes recursos, así como elementos en la escenografía para cumplir con su cometido.

“Queremos compartirlo con el espectador a través de una manera muy onírica, muy entrañable, por los recursos que utilizamos, que son recursos del clown, la danza, la fantasía”, señaló.

Además del juego físico y la expresividad del clown, la música es un pilar fundamental en la narrativa, así como los colores de las luces y utileria que acompañan a Tristán funcionan como un eco de su historia.

Después de su estreno en mayo del año pasado, la puesta en escena se presentará todos los lunes y martes a las 19:00 horas hasta el 29 de abril. Posteriormente, en mayo, llegará cada domingo a las 18:00 horas al Centro Cultural El Hormiguero de la Ciudad de México.

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