Héctor Aguirre: Un “Diamante” mexiquense en el boxeo profesional

Héctor Aguirre Martínez, un joven boxeador de Zinacantepec, Estado de México, escribió un nuevo capítulo en su vida el 28 de septiembre cuando hizo su debut profesional en la categoría de peso supermediano. Luego de mas de 200 peleas como amateur y 14 campeonatos nacionales, se ha vuelto una promesa en este deporte.

Héctor Aguirre Martínez, un joven boxeador de Zinacantepec

“Yo comencé en natación desde pequeño, mis papás siempre nos inculcaron hacer deporte, estuve como 6 años. Mi hermano mayor también iba ahí a entrenar box, cuando yo salía de natación me quedaba a esperarlo y veía los entrenamientos, yo siento que ahí me empezó a llamar la atención”, comentó.

Aguirre tenía alrededor de 12 años cuando decidió cambiar la piscina por los guantes. Todo comenzó como un juego, incluso, recuerda con humor sus primeros entrenamientos, en los que más que aprender se dedicaba a jugar con sus amigos. Esta falta de disciplina le valió varias suspensiones de su entrenador Carlos Duarte, un referente del boxeo en el Estado de México que sigue siendo su mentor hasta la fecha. 

“Al principio me la pasaba jugando, el profe Duarte nos corrió varias veces, todavía hasta la fecha me lo recuerda. Me ponía a jugar con mis primos y con mis amigos y nos ganamos que algunas veces nos suspendiera, nos ponía entrenamientos y rivales duros, dice que lo que él quería era que ya no regresáramos, pero pues regresábamos”, comentó entre risas.

Esa etapa lúdica no duró mucho. Con el paso del tiempo, Héctor entendió que el boxeo no era solo un deporte, sino podía ser su de vida, y a los 13 años llegó su primer combate amateur. Aunque no logró ganar, demostró que tenía el potencial necesario para trascender.

“Me acuerdo que mi primer pelea fue en San Pedro Totoltepec, yo sin experiencia y me tocó contra un rival que, recuerdo, era medalla de bronce nacional. Te digo que el profe nos ponía rivales fuertes, al final no la gané pero me sentí bien, me retiré como 2 meses y regresé a los entrenamientos.

“Después me inscribieron a mis primeros estatales, esos fueron en Tezoyuca, eran muchas peleas, la mía me tocó ¡a las 2 de la mañana! Me fue bien pero en la final me tocó con un rival que era un año mayor y perdí la pelea. Eso ya me dejaba fuera del regional, que es la última clasificación para los Juegos Nacionales, que antes era Olimpiada Nacional”, mencionó.

Un inesperado giro del destino permitió a Aguirre Martínez competir en el torneo nacional ese mismo año. Su participación fue un punto de inflexión pues vio en el boxeo la oportunidad de conocer nuevos lugares y tener nuevas experiencias.

“Resultó que el que me había ganado, al momento de ir a los regionales no daba la edad; metió mal sus papeles o algo así y como yo quedé en segundo lugar me llaman al clasificatorio y lo gano, fue ahí que tuve mi primera Olimpiada Nacional.

“Esa no la gané pero la experiencia fue muy bonita, estaban muy bien organizados. Ya hasta que estás en el deporte te enteras de todo lo que hay, yo sabía que se hacían cada año y pues como niño o adolescente vi que podía conocer nuevos lugares, así que me decidí a volver a ganarme mi clasificación para el siguiente año”.

El paso de la natación al deporte de los puños, fue el paso decisivo que llevó a un pequeño niño zinacantepequense a convertirse en un profesional del box

Héctor lo cumplió, al siguiente año no solo clasificó sino que pudo alzarse con su primera medalla nacional, lo que forjó el rumbo de un boxeador élite en el plano nacional.

“Ahí ya tenía 15 años, cuando gano mi primera medalla nacional y eso hizo que me llamaran a la selección, tuve mi primera concentración en el CNAR (Centro Nacional de Desarrollo de Talentos Deportivos y Alto Rendimiento), tuve que cambiar muchas cosas porque incluso me fui para allá 1 año.

“La siguiente olimpiada: que la pierdo. Yo no me lo creía, pensaba que cómo era posible que siendo seleccionado nacional no hubiera podido ganar el oro. Ahí me mentalicé a que ya no podía perder”, comentó.

2014 fue un año importante para el boxeador, pues con su nuevo enfoque, logró dar golpe sobre la mesa en el plano nacional ganando todo lo que podía ganar, en dos diferentes categorías cerrando un año invicto.

“Ese año la verdad me fue muy bien, participé en la Olimpiada Nacional y la gané, ese año ya podía entrar a la selección nacional de primera fuerza, participé en el nacional élite y que lo ganó, entonces ese mismo año yo era campeón juvenil y campeón élite, también gané los guantes de oro élite. Me acuerdo bien que tuve 20 peleas en total y no perdí ninguna”.

Con la vista puesta en grandes metas, Héctor se preparó para hacer el ciclo de los Juegos Olímpicos Tokio 2020. Sin embargo, el camino no fue sencillo. La pandemia golpeó duramente a los atletas, truncando los sueños del mexiquense.

“Me fue muy bien ese ciclo olímpico, yo ya estaba a tope y comenzaba a sonar lo de la pandemia en 2020. Al inicio de esta en México como que no se la tomaban muy enserio, a pesar de que en otro países ya estaban aislados.

“Me acuerdo perfecto que nos fuimos a entrenar un día al Centro Ceremonial Otomí, allá no hay señal en el celular, cuando regresamos comenzamos a ver que se cancelaba el clasificatorio olímpico de Buenos Aires y ya nunca se reanudó. A esos juegos solo fueron los que figuraban en el ranking internacional y yo no estaba porque no había ido a torneos por la falta de apoyo, incluso, me perdí el primer mundial al que clasifiqué por lo mismo”.

La falta de apoyo económico fue un obstáculo constante, pero Héctor, acostumbrado a las adversidades, no bajó los brazos. A pesar de que los Juegos se retrasaron hasta 2021, decidió continuar su preparación para el ciclo olímpico siguiente, con la experiencia previa tuvo que solventar casi todos sus gastos, una realidad que persiste en el deporte de alto rendimiento.

En julio, mientras otros atletas se preparaban para los Juegos de París, él comenzaba su entrenamiento para el debut profesional, lo que lo llevó a que; durante un mes, se concentrara junto al campeón de la OMB, Jaime Munguía.

“Me queda la espinita de los olímpicos, pero creo que podría regresar en el último año del ciclo a buscar la clasificación, lo quiero hacer, va a depender también de la promotora con la que esté en ese momento, pero estuve decidido a ir con todo en lo profesional y desde julio comencé a prepararme”.

El 28 de septiembre, en Cancún, Héctor demostró su valía en el ring, llevándose la victoria y abriendo las puertas a una prometedora carrera en el boxeo profesional.

Aguirre es consciente de que los inicios en el boxeo profesional no son fáciles, especialmente en el aspecto económico.A menudo, los boxeadores dependen más de los patrocinadores que de las ganancias de las peleas, y todo lo que se obtiene se invierte en la preparación. Pero Héctor, con el apoyo de su equipo y su familia, está decidido a superar estos retos.

Con la vista puesta en grandes metas, luego de refrendar campeonatos nacional y quedar en podios de torneos internacionales, Héctor se preparó para hacer el ciclo de los  Juegos Olímpicos Tokio 2020.

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