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Huixquilucan está desarrollando infraestructura en todo el municipio para asegurar el abastecimiento de agua en todas las zonas. Uno de los aspectos clave ha sido la identificación de puntos con escasez del recurso, destacó Víctor Báez Melo, director de Aguas de Huixquilucan.
Durante el arranque del pozo de Tecamachalco, Báez Melo explicó que la estrategia busca conformar un circuito completo de distribución para garantizar un suministro constante en todas las áreas.
La semana pasada, la presidenta municipal, Romina Contreras, inauguró un nuevo tanque en San José Huiloteapan, beneficiando a la zona tradicional, popular y residencial. “Estamos trabajando con precisión y dedicación”, afirmó el funcionario.
El proceso de perforación del pozo de Tecamachalco tomará aproximadamente tres meses, mientras que su equipamiento requerirá dos meses adicionales.
“Esperamos inaugurar el proyecto al finalizar la temporada de lluvias, alrededor de noviembre”, señaló Báez Melo.
Distribución equitativa del agua
Actualmente, la zona residencial y popular mantienen estabilidad en el suministro, mientras que en la zona tradicional se trabaja en la instalación de un pozo en su centro.
Báez Melo explicó que el nuevo pozo permitirá abastecer áreas elevadas como El Cerrito y las partes altas del Plan.
“Con ello, podremos mantener el sistema equilibrado y garantizar un abastecimiento continuo”.
Este año ha sido particularmente estable, con pocas quejas durante la temporada de estiaje. “Esto confirma que la ciudadanía está recibiendo el suministro de agua de manera eficiente”, resaltó el director.
Programa de captación de agua
Ante las lluvias torrenciales, el municipio ha implementado sistemas de captación de agua. Actualmente, estos sistemas operan en 14 escuelas, y se trabaja en la instalación de siete más.
“La intención es que las nuevas escuelas comiencen a beneficiarse del agua captada en esta misma temporada de lluvias”, explicó Báez Melo.
Agilidad en la atención a fugas
Las líneas de suministro de agua son antiguas y presentan variaciones de presión en algunas zonas. Sin embargo, el municipio cuenta con una capacidad de reacción rápida. “Nuestro tiempo de respuesta ante fugas oscila entre 40 y 60 minutos, gestionado a través de reportes en redes sociales y chats comunitarios. Esto minimiza pérdidas y asegura una reparación ágil”, indicó el funcionario.
Inversión en seguridad hídrica
Las zonas elevadas del municipio presentan mayores riesgos, por lo que este año se han destinado más de 80 millones de pesos para estabilizar los taludes, con 50 millones específicamente dirigidos a esta tarea.
Respecto a las lluvias futuras, Báez Melo reconoció la dificultad de prever su intensidad. “Normalmente, las precipitaciones más fuertes ocurren entre agosto y septiembre, pero los patrones observados hasta ahora han sido atípicos”.
Por ejemplo, se han registrado precipitaciones de hasta 54 milímetros. “Esto indica que la temporada de lluvias será intensa, pero también representa una oportunidad para aprovechar el agua captada. Con una planificación adecuada, creemos que será un periodo positivo para el sistema hídrico municipal”, concluyó.
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TAR
