De acuerdo con Sebastián Rodríguez, especialista en medio ambiente de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) los hundimientos en vialidades del Estado de México continúan reportándose con frecuencia, especialmente en zonas urbanas con alta densidad poblacional y antecedentes de extracción intensiva de agua subterránea, particularmente, el Valle de México.
Factores que influyen en los hundimientos urbanos
El doctor explicó que los hundimientos urbanos son consecuencia de distintos factores acumulativos que actúan sobre los materiales que sostienen la superficie vial.
“Una causa común de estos hundimientos es la extracción intensiva de agua del subsuelo, lo que provoca vacíos subterráneos que terminan cediendo ante el peso de la infraestructura urbana.
En municipios como Nezahualcóyotl, Ecatepec y Tecámac se han registrado hundimientos por esta razón. Hay datos que señalan que en algunas zonas del Valle de México la sobreexplotación de acuíferos supera el 130% de su recarga natural”, comentó.
Durante los meses de lluvia, el riesgo de colapsos puede incrementarse, ya que el agua que se infiltra por grietas o fallas en el drenaje puede debilitar aún más las estructuras subterráneas existentes.
“Cuando llega la temporada de lluvias, la saturación del suelo y la filtración por debajo de calles y banquetas puede acelerar hundimientos ya latentes. En los años recientes, particularmente en 2023 y 2024, se documentaron al menos 35 casos de hundimientos durante lluvias intensas en Chalco, Valle de Chalco, Tultitlán y Naucalpan. La mayoría de ellos ocurrió en vialidades con infraestructura subterránea deteriorada”, señaló.
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Municipios del Edomex con mayores antecedentes de hundimientos
Rodríguez indicó que no todos los municipios presentan el mismo nivel de riesgo. La ubicación geológica, la antigüedad de los sistemas de agua y drenaje, así como el crecimiento urbano desordenado, son variables clave para entender la distribución de estos eventos.
“Los municipios con mayores antecedentes de hundimientos son Ecatepec, Chimalhuacán, Chalco, Tultepec y Nezahualcóyotl. Coincide que en estas zonas hay una alta concentración de viviendas, escasa renovación de tuberías y registros de subsidencia en el catastro estatal. Municipios como Tenancingo o Almoloya de Alquisiras presentan condiciones distintas, aunque también han tenido incidentes menores”, mencionó.
El académico concluyó que para mitigar estos riesgos es necesaria la intervención técnica continua, basada en evidencia, así como una política de monitoreo subterráneo más amplia en el ámbito municipal.
“Son muy pocos los municipios del Estado de México tienen algún sistema formal de monitoreo del subsuelo. La mayoría actúa cuando el hundimiento ya ocurrió. La implementación de estudios geotécnicos, sensores de desplazamiento y mantenimiento del drenaje podría reducir considerablemente los impactos urbanos de este tipo de colapsos”, concluyó.
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MPH