Hundimientos del suelo en Toluca cada vez más frecuentes y severos

Hundimientos del suelo en Toluca cada vez más frecuentes y severos

Los hundimientos del suelo son más frecuentes y generan graves daños a viviendas.

Sergio Macedo
Junio 16, 2025

Los hundimientos del suelo en diversas zonas del municipio de Toluca y del Estado de México, que cada vez son más frecuentes, severos, visibles y generan graves daños a viviendas y calles, son el resultado de la sobre explotación de los acuíferos, lamentablemente es una situación que ya no se puede revertir, señalaron especialistas en gestión de riesgos de desastres, y en impacto ambiental.

La doctora en Estudios del Desarrollo y Maestra en Evaluación de Impacto Ambiental, Auditoría y Sistemas de Gestión, por la Universidad de East Anglia, Reino Unido, Citlalli Aidee Becerril Tinoco, así como Hugo Espinoza Ramírez, académico y experto en temas de Gestión de Riesgos coincidieron en que los fenómenos perturbadores de origen natural de carácter geológico, como son los asentamientos regionales, inestabilidad de laderas, subsidencia, agrietamientos, fallas geológicas, están presentes a lo largo y ancho de Toluca, incluso,  en algunas zonas ya son notorios a simple vista.

Sobreexplotación de los acuíferos en el Valle de Toluca

En este sentido, los especialistas coincidieron en que, asentamientos regionales, inestabilidad de laderas, subsidencia, agrietamientos son resultado de la sobreexplotación de los acuíferos en el Valle de Toluca y otras regiones de la entidad, incluso del país, pues en los últimos 50 años se ha extraído más agua de la que generan de manera natural.

Al respecto, Espinoza Ramírez, director de la Carrera de Paramédico y de Protección Civil, de la Universidad Tecnología del Valle de Toluca, detalló que un acuífero es una formación geológica que tiene la capacidad de almacenar y trasmitir agua de manera subterránea, la cual se recupera de manera natural mediante el ciclo hidrológico, pero la extracción excesiva del líquido propicia huecos cada vez más grandes, que aunado al avance de la pavimentación con concreto y otros materiales reduce la filtración de lluvia a la capa freática  de manera normal.

En este sentido, el académico señaló que la sobre explotación trae como consecuencia la proliferación de asentamientos regionales, es decir, calles o espacios amplios de 300 o 500 metros que se están asentando y crean hundimientos cada vez más notorios, como algunos que se tienen identificados en la delegación Santa Ana Tlapaltitlán y otras colonias.

“Estos fenómenos que tardaban cientos de años, ahora ocurren en pocas décadas y de ahí que se presenten más frecuentemente en la Ciudad de México, como en la entidad, se trata de un fenómeno sistémico, no es culpa del constructor, del gobierno, de la ciudadanía, es un riesgo sistémico del cual todos hemos contribuido, a través de la sobre explotación, sobre población y todas las dinámicas sociales de la vida moderna”, recalcó

Hundimientos en el suelo generarían cambios de patrones

Hugo Espinoza Ramírez dijo que para frenar estos hundimientos es necesario cambiar patrones de construcción, de movilidad, de consumo en general, además de  una intervención contundente de las autoridades para generar recursos que permitan hacer estudios prospectivos a través de georadares y otros métodos para localizar con mayor facilidad los huecos que están en el subsuelo, que con el paso un vehículo pesado, una vibración fuerte o  un micro sismo pueden provocar hasta la caída de un edificio.

Por su parte, la científica adscrita al Centro de Investigación en Ciencias de Información Geoespacial, Citlalli Aidee Becerril Tinoco, reveló que los hundimientos en el Valle de Toluca, que han provocado daños estructurales en viviendas y suelo, se relacionan con la sobre explotación del acuífero Toluca-Ixtlahuaca, el cual cubre la parte subterránea de estos municipios.

La especialista aseveró que una vez que se registra un hundimiento del suelo, difícilmente se puede revertir, es imposible regresar al estado inicial previo a la subsidencia, de igual manera externó que la forma de detener las afectaciones sería frenar la extracción de agua de los acuíferos, sin embargo, dada la actividad industrial y el consumo humano sería muy complicado hacerlo.

Catástrofe ambiental a nivel del suelo

Becerril Tinoco subrayó que desafortunadamente, en la actualidad se extrae agua de los acuíferos a una velocidad más rápida de lo que se pueden recargar, lo que ha provocado un desbalance que no se puede revertir, “si los daños en viviendas y hundimiento del suelo son impactantes, imagínate lo que está ocurriendo en el subsuelo, algo muy grave, incluso si seguimos sobreexplotando los acuíferos, no se descarta que en algunas décadas, en esos lugares donde hoy se ven casas afectadas, donde aparecen socavones, se generen precipicios o  cañones, eso ya sería una situación extrema, una catástrofe ambiental a nivel del suelo, imagina que lo que hoy es plano podría ser ondulado por los hundimientos”.

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