IEEM y TEEM en la incertidumbre

El IEEM se encuentra acéfalo desde hace más de trece meses, aunque durante este tiempo la presidencia ha sido ocupada provisionalmente por Daniella Durán. En este lapso el INE ha convocado a dos concursos para ocupar ese cargo de manera definitiva, sin que haya sido posible lograrlo por la división de los integrantes de su consejo general, provocada en parte por la injerencia del gobierno mexiquense en la trascendental decisión.

A causa de esa situación y otros factores, el IEEM ha funcionado de manera errática. Una prueba de ello es la gran cantidad de yerros cometidos durante el proceso electoral de 2021, especialmente en la asignación de diputaciones, sindicaturas y regidurías de representación proporcional, que los tribunales les enmendaron una y otra vez. Los más graves errores se relacionaron con la paridad de género, cuyas decisiones fueron tomadas por un consejo integrado mayoritariamente por mujeres, pero sometidas a la voluntad el gobierno estatal.

Otro hecho reciente ha aumentado la incertidumbre en el IEEM. El despido de cinco titulares de área a finales de 2021, cuyos relevos todavía no han sido nombrados. Esto revela la falta de consenso en torno a tal decisión. A pesar de que la presidenta provisional ha dicho que las designaciones se harán por consenso, sigue prevaleciendo la división. Lógicamente, esta indefinición también ha permeado negativamente en el ambiente laboral.

En el caso del TEEM pasa algo parecido. El Senado de la República debía nombrar a una magistrada desde octubre del año pasado y ha incumplido sus propios plazos una y otra vez. Aunque apenas han pasado dos meses desde entonces, hipotéticamente podrían darse situaciones de empate tanto en el IEEM como en el TEEM, por tener una composición impar. Este hecho es contrario a la naturaleza de los órganos colegiados, pues podría provocar la parálisis de ambos.

Aunque esta indefinición del Senado es generalizada en todas las entidades del país donde se harán designaciones, en el Estado de México la situación se agrava porque los dos órganos electorales, el administrativo y el jurisdiccional, están incompletos. Además, por las complicaciones que hay en la legislatura estatal, todavía no cuentan con presupuesto autorizado. Ese hecho ya tuvo consecuencias en el IEEM, que solo ha podido pagar los salarios del personal, pero no las prerrogativas de los partidos políticos en este mes.

Aunque se prevé que la designación de la magistrada faltante en el TEEM se realice el próximo mes de febrero, en el caso del IEEM no hay fecha probable. El INE ha sido incapaz de sacar otra convocatoria que asegure el nombramiento de algún aspirante en la presidencia del órgano electoral. Por si esto fuera poco, Daniella Durán no ha renunciado a su aspiración de ser magistrada electoral. En caso de que tuviera éxito, el consejo general del IEEM quedaría solo con cinco integrantes, algo inédito en su historia.

Todo esto ocurre en el instituto electoral más importante del país, que a finales de este año iniciará el proceso para renovar la gubernatura estatal. Para que el IEEM y el TEEM estén en condiciones de iniciarlo con una integración completa, las definiciones en el Senado y en el INE tienen que darse pronto, porque su procesamiento político ha sido muy lento hasta ahora. Se requiere mayor voluntad política de ambos y la construcción de acuerdos apegados a la legalidad. Para afrontar exitosamente el reto electoral de 2023 se debe acabar con la incertidumbre.