La caricatura política: el doble mágico

Por: Humberto Aguirre 

Dice Rudolf Arnheim que no importa cuán torpe sea una persona como dibujante, ya de entrada es una productora icónica gracias a su equipamiento corporal y a su proceso de socialización. La de homo pictor es, por lo tanto, una categoría innata en todos nosotros.

La capacidad de ser productores icónicos nos da la posibilidad de transformar el mundo visible, concreto, para acceder, vía la metáfora o la alegoría, a la expresión conceptual del pensamiento abstracto, cualidad puesta en juego en los trazos de cada caricatura política. En ella, la deformación física es la metáfora de una moral contrahecha, la exageración es sátira que lleva a la burla y, dicen algunos, es una forma de revancha o exorcismo público contra los abusos del poder político.

En el caso de la evolución de la caricatura política, todo apunta a una continua transformación que se aleja paulatinamente de la mimesis, es decir, la intención de representar el mundo como lo muestra la naturaleza. Este tema, que ya en el estudio del arte se vuelve filosóficamente complicado, puede arrojar alguna luz cuando seguimos la pista al nacimiento de la sátira dibujada.

La caricatura política: el doble mágico

Para Ernest Gombrich, los griegos habían superado la desazón de verse vulnerables ante la arbitrariedad de los fenómenos naturales. Su imaginación mitológica no sólo fue ordenada y sistematizada, sino sometida a la figura humana, el logos se impuso al mito, en las artes empezaron a buscar las composiciones que mayormente conmovieran a los sentidos y se elevaron a sí mismos por sobre la naturaleza, se convirtieron en dioses.

En efecto, el Helenismo y el Renacimiento son en el arte períodos de auge del naturalismo; sin embargo, un acercamiento a lo que se podría llamar caricaturesco hoy, durante la Antigüedad clásica, llega a nosotros en la leyenda del pintor griego Zeuxis, que murió de risa mientras hacía el retrato grotesco de una anciana.

Un período riquísimo en expresiones satíricas, una época en donde lo mitológico empieza a dar el salto a lo político, lo mágico empieza a ser mundano y a adoptar las particularidades reconocibles de los personajes públicos, es el Medioevo. De esta edad es el oscurantismo religioso, la escolástica, el imperio del diablo, la peste negra y la corrupción ungida con vino eucarístico; también fue la ocasión en que cerdos, lobos, zorros y monos, retozaron en los márgenes de los manuscritos iluminados por la palabra de dios.

Según Worringer, en la Edad Media las expresiones plásticas, particularmente el gótico, estaban dominadas por una mezcla de naturalismo racional y el geometrismo espiritual o, si se quiere, mágico. Worringer pone más atención a la arquitectura en sus reflexiones; sin embargo, da un papel clave a la ornamentación en la definición de categorías estéticas. Es aquí donde se perfilan los rasgos del dibujo satírico y las composiciones que, algunos siglos después, se asociarán con la caricatura política.

De esta fecha son los animales antropomorfos que lo mismo se ven tocando tambores o jalándose la cola en las páginas de misales o libros de canto. Algunos son meros divertimentos, alegorías que estimulaban la imaginación inocentemente o que, dicen algunos, tenían la función de mantener despiertos a los fieles durante la liturgia. Sin embargo, otros son abiertamente sarcásticos, dibujos que se burlaban del
gremio clerical entero. Las bestias empezaron a retratar la naturaleza corrupta de los curas. Así, heredando la tradición fabulesca de Fedro y de Esopo, los cerdos vestían hábito, los asnos bebían vino y por el hocico del zorro se manifestaba el Verbo. De esta época es, por ejemplo, Le Roman de Renard, del que ya se habló en este mismo espacio.

Si bien esos dibujos no eran exactamente caricaturas, es posible distinguir la manufactura satírica. Es entonces cuando el intercambio social y las relaciones de poder se reflejan en las expresiones gráficas, sin dejar de lado totalmente algunos rasgos mitológicos y fantásticos. Las críticas y las burlas se dirigían a los detentadores del poder: la jerarquía católica.

Con estas líneas va gestándose en el Medioevo una expresión que se verá desarrollada a partir del Renacimiento y floreciente en la Reforma: la caricatura política.

La cualidad mágica de la imagen

Las obras de crítica social que más tarde firmarían Hogart, Goya y Daumier, tuvieron su germen en la burla de los legos a los clérigos. Uno de los artistas más destacados en estas expresiones fue Lukas Granach, amigo de Lutero, el reformista.

Grabados que trataban temas mundanos pero sin despojarse de su carácter fantástico, mítico, como de bestiario, eran comunes en las luchas entre los católicos y sus reformistas. Un notable grabado del papa con cabeza de asno, el cuerpo lleno de escamas y pechos al aire, como ofreciéndose al mejor postor, entre otras muchas, puede contarse entre las tatarabuelas de la caricatura política.

La Reforma es un buen momento para el retrato caricaturesco, teniendo en los Hermanos Carracci a unos de sus más importantes exponentes, precedidos por Da Vinci, durante el Renacimiento. Lo importante es que para entonces se había superado la copia de la naturaleza como supremo fin del arte y se empezó a mirar a la caricatura con otros criterios estéticos: el artista ya no era un simple imitador. A aquellas imágenes que surgían en la mente se sumaba un valor agregado, un hálito creador de vida psíquica.

El retrato caricaturesco y la caricatura política son herederos de la cualidad mágica de la imagen. Una vez dominado el doble mágico, una vez seguro de la independencia entre las líneas en una superficie y su contraparte real, el artista pasó de hacer brujería a dibujar caricatura política.

La caricatura política es un fenómeno occidental cuando menos en su origen; su consolidación como medio de impugnación social puede ubicarse en el siglo XVIII en Francia y en Inglaterra, impulsada por acontecimientos políticos cimbradores, como la Revolución Francesa (1789), las guerras napoleónicas (1799- 1815) o las corrientes del movimiento romántico que daban alas a lo onírico, al lirismo y a la fantasía.

Hogart, Gillray y Rowlandson, entre muchos otros, dibujaban con gran éxito estampas humorísticas en la Inglaterra de Jorge II. Sin embargo, durante la era victoriana, un período caracterizado por el moralismo, las prohibiciones y la censura, el centro caricaturesco del mundo se mudó a Francia. La Revolución Francesa no empezó con la lucha armada sino con la ideológica, en el campo de batalla de la caricatura, donde los republicanos, los monárquicos y el clero se daban hasta por debajo de la lengua desplegando su arsenal de grabados.

Las estampas fueron cediendo lugar a diarios y revistas hechos y derechos, como La Caricature (1830), Le Charivari (1832) o Le Journal Pour Rire (1848), y en sus páginas encontraron un sitio las obras de Daumier, Phillipon, Monnier, Doré, etcétera. En La Caricature tuvo espacio una de las secuencias más célebres que consagró el espíritu de la caricatura política: la metamorfosis del rey Luis Felipe Primero en una pera, idea del editor Charles Philipon perpetrada por Honoré Daumier en 1831.

Publicaciones con Punch

Hubo un momento en la historia en que los dibujos satíricos y las secuencias dibujadas se cruzaron. Ese momento fue el siglo XVIII en Francia y en Inglaterra. Si bien es cierto que Richard Felton puede considerarse el padre del cómic moderno, hubo autores que ya hacían sátira social a través de escenas costumbristas, experimentando con un lenguaje secuencializado, parecido a los cuadritos de las historiertas.

Uno de esos personajes notables en la escena inglesa fue William Hogarth. A pesar de que la vasta mayoría de sus obras son grabados y no pinturas o dibujos, pudo contar historias que reflejaban la moral y el espíritu de la época. La obra de Hogarth lo ha llevado a ser considerado uno de los abuelos del cómic y al mismo tiempo padre de la caricatura política. Paternidad que evoca su sentido más esencial, porque Hogart creía que su trabajo podía y debía ser un instrumento de reflexión y de cambio social.

Para saber más: https://www.youtube.com/@dehistorietascomicsyfumett2504

SPM