La complejidad de la cartonería como arte popular: Jonathan Puga
La cartonería es un arte popular mexicano, que a pesar de tener como base el engrudo y papel, se vuelve complejo por el decorado y los moldes que hacen que el artesano tarde más de dos semanas en terminar una figura, aún sin que sea de gran tamaño.
Jonathan Puga es uno de los maestros artesanos que se han ganado el reconocimiento por su trabajo en este arte, mismo que señala, comenzó ha realizar incluso antes de saber que se trataba de cartonería y que por casi dos décadas ha desempeñado con pasión, incluso representando a la entidad en algunos concursos.
La complejidad de la cartonería como arte popular
Sin embargo, advierte que se arte es complejo; por los moldes y los acabados, aunque explica que la base es la misma que la de una piñata.
“Básicamente la cartonería es papel y engrudo, pero ya depende, si quieres hacer una pieza elaborada o más grande de tienen que utilizan alambres o carrizos para sostenerlo, o también para darles movimiento a las extremidades, los brazos o las piernas, pero la base es el papel y el engrudo; y bueno, la pintura también para la decoración”, mencionó el maestro.
Menciona que realiza moldes para las figuras, a veces apoyándose de artefactos que encuentra en su hogar, procurando realizar series de figuras, que por decena, le lleva una semana verlas terminadas.
Son semanas para terminar una figura
“Pues para hacer las figuras hago moldes, algunos hasta con muñecas y les voy dando la imagen que quiero. Cuando produzco normalmente hago varias piezas de una sola, de un solo molde; por ejemplo, con los luchadores hago una serie de 10 o 12 figuras y me ando haciendo una semana más o menos en terminarla”, dijo Puga.
Explicó que el distinción de las figuras también está en su decoración, con las que manifiesta el folklore mexicano y mexiquense, a través de la pintura con la que da rostro a diablos futboleros, boxeadores, luchadores y de más.
“Creo que lo mejor para la cartonería son lo acrílicos, las pinturas acrílicas, y son piezas que no tienen mucho detalle me hago uno o dos días, pero si son piezas como lo alebrijes, que requieren más detalles, me tarde una semana o más; en una pieza, pero depende mucho de lo que vaya a llevar”, comentó el artesano.
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El regateo está a la orden del dia
A la gente le llama la atención lo que realiza, por lo que se acerca para conocer de sus piezas y, a veces, comprarle una, según comenta. Sin embargo; el regateo sigue estando a la orden del día, lo que no considera correcto, pues denota el menosprecio hacia cualquier trabajo.
“Pero pues yo creo que todos los artesanos siempre lidiamos con el regateo, muchas personas acostumbrados a hacer pero no es correcto, porque de entrada estás menospreciando el trabajo de la persona o el artesano.
Otra es que muchas veces, en mi caso, la piezas que hago las ocupo como parte de un trabajo, lo que llego a vender lo uso para mantener a mi familia, para mantener el hogar y sí llega a desmotivar que te pregunten que cuánto es lo menos, no es lindo”, concluyó.
TAR
