«La Falsa Fachada», una alegoría del subconsciente

Se trata de la nueva novela del cronista de Valle de Bravo, Guillermo Mendoza Saes, mejor conocido como “El caníbal leproso”

Hace algunos meses en La jornada Estado de México publicamos una entrevista con Guillermo Mendoza Saes, un novelista del Estado de México, radicado en Valle de Bravo, lugar que ha escogido para arraigarse y desde ahí echar a volar la imaginación. En aquella ocasión nos platicó de su novela “La Gran Logia Negra”, pero ahora nos trae su más reciente producción: “La Falsa Fachada”.

En “La falsa fachada, Guillermo se adentra en sus demonios internos y aprovecha para dialogar con personajes de la historia universal, desde Hitler hasta Jesucristo. Esta fue la conversación que sostuvimos con el novelista.

«La Falsa Fachada», una alegoría del subconsciente

La Jornada: Guillermo, recién publicamos una entrevista contigo, en la que nos compartías una reseña de tu ahora, antepenúltimo libro, “La Gran Logia Negra”, y hoy nos sorprendes con una nueva obra. Me llamó mucho la atención aquel título tan provocador, lo mismo me pasa con el de tu última novela: “La falsa fachada”. ¿Cuánto tiempo te llevo terminarla?

Caníbal leproso: El mismo tiempo que le llevaría a una mujer engendrar una criatura, nueve meses. Y te confieso que fue en un tiempo inusitado para mí, escribí y escribí. Fue cómo si me hubieran dictado la trama y el argumento…

La Jornada: ¿Y qué es eso de “La falsa fachada”? Por tu estilo, que conozco bien, sospecho que se trata de un título de carácter simbólico, ¿o estoy mal?

Caníbal leproso: ¡Todo lo contrario, mi ilustre amigo! Efectivamente, “La falsa fachada” pretende resultar en una alegoría acerca del subconsciente, de nuestros fantasmas internos y de cómo dominarlos, pero también, considero que es una gran lección de historia universal…

La Jornada: Ah caray, suena muy interesante, pero, sin hacer un spoiler, ¿crees que podrías aclararnos un poco de que se trata tu nueva aventura terrorífica?

Caníbal leproso: Sí, pienso compartirte con mucho gusto algo de la trama… Resulta que existe una casa que después se reconstruirá como castillo medieval. Esta casa es el “hogar más íntimo”, del que nos hablaba Amado Nervo. Es la conciencia mism,a este intimo hogar, sin comillas… En este inmueble conviven el protagonista, un extraño narrador, y sus fantasmas internos; pero más adelante, también habrán de invadirlo sus fantasmas externos, mismos que sabemos bien, muchas veces son incontrolables y aparecen de súbito…

La Jornada: ¿y ahora, quienes son los personajes principales?

Caníbal leproso: Como dije antes, el protagonista supuestamente es el propio narrador que dialoga con sus fantasmas, invitados o no. Los personajes son presentados de manera directa mediante los diálogos e indirecta en algunas explicaciones del que lleva la pluma o el ordenador. Pero te puedo decir que los personajes principales son todos, pues por un lado está el narrador-protagonista, y por otro, un bloque antagonista, formado sobre todo por sus fantasmas exteriores. Llega a cobrarles cierto cariño a algunos de sus fantasmas interiores, como es el caso de Jesucristo o Carlos Marx…

La Jornada: ¿Jesucristo, Carlos Marx? 

Caníbal leproso: Los personajes principales son el propio narrador y los seres humanos representativos de cada época de la historia. Así, en el primer capítulo aparecen, de manera desordenada, sin seguir una cronología que se obedecerá después, personajes como Edgar Allan Poe, Aristóteles, Hitler, Jesucristo y Julio Verne.

La Jornada: Vaya, vaya, ya le voy entendiendo…

Caníbal leproso: Los fantasmas internos son convocados por el protagonista narrador, la mayoría fueron y son personas que con su genio lograron, para bien y para mal, cambiar el rumbo de la historia de la humanidad; algunos muy conocidos y otros no tanto; igualmente no todos comprendidos a cabalidad.

Guillermo se adentra en sus demonios internos

La Jornada: ¿Mandas llamar a Hitler junto con Jesucristo?

Caníbal leproso: La verdad es que estos primeros espectros llegan al narrador por su propia iniciativa, pero el protagonista, por supuesto, empieza a clasificarlos, enviándoles a sus correspondientes habitaciones que, luego de la metamorfosis de la casa en castillo medieval, llamaremos cámaras. El narrador simpatiza mucho con Allan Poe (y lo hace por razones personales), pero absorbe una maravillosa energía de Jesucristo, por lo que le destina una recamara especial, la más iluminada de la casa; en cambio, al mugroso de Hitler lo envía a la oscuridad del sótano, para trasladarlo después a la torre del castillo, esto, cuando la casa se trasforme en fortaleza…

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La Jornada: ¿El narrador tiene la facultad de convocar a estos seres de otro mundo?

Caníbal leproso: Sí, en capítulos posteriores se hallará en posición de hacerlo, y entonces, nos vamos hasta las cavernas y las primeras civilizaciones agrícolas y sedentarias, y llegamos hasta nuestro pavoroso e increíble siglo XXI… 

La jornada: ¿Y cuándo saldrá la venta?

Caníbal leproso: Hasta dónde sé, estaremos presentes en la Feria Internacional del libro de Guadalajara, quizás, un par de semanas…

La Jornada: Pues esperamos leer estas nueva obra.

Caníbal leproso: Lo haré en persona, querido amigo, sirve que admiro las instalaciones de la Jornada Estado de México, pues a mí, también me excita el olor a tinta. Y si me lo permites, déjame darle el mérito correspondiente a mi editor, Don Pablo Solares Acebal, y todo el equipo fantástico y real de la editorial Camelot América. Gracias a sus buenos oficios, mis libros ya se encuentran en circulación en dos continentes y siete países. Y por supuesto, agradecerte a ti, Filiberto Gallardo Castañeda, director de este importante y prestigiado medio de comunicación.

La Jornada: Gracias a ti por tener el buen tino de acudir a los amigos… 

SPM