La mitad del territorio de Edomex padece erosión de suelo

De acuerdo con el especialista en medio ambiente, Sebastian Rodríguez la superficie susceptible a erosión en la entidad restaria rebasando más de la mitad del territorio estatal, toda vez que la problemática prevalece desde hace más de 10 años.

El investigador de la UAM explicó que no es un fenómeno aislado, sino una problemática que persiste y afecta a más del 40% de la extensión territorial.

“Los últimos registros son de alrededor de hace 15 años, al menos públicos, donde se registró que 9 mil 233 kilómetros cuadrados presentaban susceptibilidad a la erosión, hablamos de que el Estado de México cuanta con poco más de 22 mil kilómetros cuadrado, entonces era también un poco más del 40%.

También es un tema en el que no se han realizado acciones concretas y por el tiempo es probable que ahora sea mucho más, al menos más del 50% del territorio con degradación de suelo”, apuntó.

Erosión de suelo afecta a las cuencas del Balsas, Lerma y Pánuco

Agregó que esta condición ha afectado principalmente a las regiones que se encuentran dentro de las cuencas del Balsas, Lerma y Pánuco, donde influyen la pendiente, el tipo de suelo y los cambios en cobertura vegetal.

Rodríguez señaló que la cartografía edafológica identifica la presencia de tipo de suelo andosoles, feozems, vertisoles y cambisoles en zonas donde la erosión ha sido recurrente.

“Los análisis disponibles confirman que los tipos de suelo más extendidos en la entidad coinciden con áreas clasificadas como susceptibles. Esto significa que, con el paso de los años, se ha registrado un desgaste progresivo que se acentúa cuando cambia la cobertura vegetal o se intensifica el uso agrícola”, señaló.

Dentro de las superficies consideradas susceptibles, la agricultura de temporal continúa siendo la vocación predominante.

“Cuando observamos la evolución de uso de suelo en la última década, identificamos que las áreas agrícolas de temporal se encuentran de manera constante dentro de las zonas con mayor riesgo.

Esta permanencia indica que el desgaste no ocurre de forma repentina, sino que se incrementa gradualmente con cada año de cultivo sin prácticas de conservación”, mencionó.

Fetilidad y pérdida de estabilidad entre las afectaciones

Destacó que los impactos de la erosión registrados en los últimos años incluyen disminución de la capa fértil, reducción en la retención de humedad y pérdida de estabilidad superficial en pendientes.

“Las erosión afecta tanto la estructura como la capacidad productiva del suelo. En la revisión de los últimos diagnósticos se observa un patrón constante de deterioro, que influye en el rendimiento agrícola y en la funcionalidad ecológica del territorio”, concluyó.

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