La pelota caliente
Los aficionados al rey de los deportes, el beisbol, están de plácemes en estos días mientras se celebra el denominado Clásico de Otoño. Al momento de escribirse estas líneas, la novena de los Bravos de Atlanta se encuentra a un juego de alzarse con la Serie Mundial ante los desprestigiados Astros de Houston. Sin embargo, como dijera el gran Yogi Berra, esto no se acaba hasta que se acaba.
En México, pese a los millones de aficionados que hay, el beisbol no es el deporte de las mayorías frente a la apabullante difusión y comercialización del futbol, como ocurre prácticamente en infinidad de países. Y aunque en el actual sexenio se ha tratado de impulsar, por no decir, imponer casi casi por decreto, el deporte de la pelota caliente, los equipos de las diferentes ligas profesionales mantienen su nicho y su afición muy bien definidas.
Regresando a las célebres frases del legendario cátcher de los Yankees de Nueva York, Yogi Berra, él decía que el beisbol es 90 por ciento mental y la otra mitad es física, refiriéndose a que el beisbol es un deporte que basa su éxito más en la estrategia que en la fuerza física. Y justamente en esa tesitura pareciera que están los hombres y mujeres que en nuestro país tienen la mira puesta en el home o lo que es lo mismo en las elecciones presidenciales de 2024.
Los integrantes de la escuadra morenista, hacen labor desde el bullpen, o bien practican swings en el “círculo de espera”, en busca de la señal del manager, ese al que de vez en vez le encanta macanear. Es tal la fiebre del beisbol que transpira el jefe de la novena, que sus coequiperos buscan hacerse notar a como dé lugar, pero sobre todo demostrar que sí o sí también son beisboleros.
Ahí está la Jefa de Gobierno de la CDMX, Claudia Sheinbaum, quien apenas el 16 de octubre se enfundó una casaca de Los Gigantes de Iztapalapa para inaugurar el parque Cuitláhuac, que tiene como uno de sus principales atractivos un campo para practicar el deporte del sexenio. Luego de lanzar la primera bola, la aspirante a la presidencia no tuvo empacho en declarar que esa obra pública estaba dedicada al presidente de la república, porque se sabe cómo le gusta ese deporte.
Al hablar del “Chapultepec del Oriente”, como identificó al parque Cuitláhuac, Sheinbaum aseguró que desea que ese lugar “se convierta en uno de los espacios deportivos más importantes de la ciudad y poniendo el béisbol como el primer punto deportivo” de la capital.
Otro de los toleteros que busca dar la vuelta entera al cuadro en 2024 es el líder de la bancada morenista en el Senado, Ricardo Monreal, quien, al igual que Sheinbaum, se apersonó el fin de semana en la casa de los Tomateros de Culiacán, equipo que juega en la liga del Pacífico a donde, aseguró, fue invitado por los directivos de esa escuadra. En un mensaje que difundió en sus redes sociales, el zacatecano dijo “aproveché para dar unos batazos aquí”, porque el beisbol sigue siendo el rey de los deportes. Lo curioso es que en su video solo se le ve haciendo swing con el bat pero en ningún momento impacta alguna pelota. Quizá por ello Monreal reconoció que es mejor legislador que jugador.
El actual partido está a mitad del camino. Falta mucho camino por recorrer, aunque algunos jugadores parecen estar ansiosos por llenarle el ojo al estratega. Falta que otros más se hagan notar. Y si como dicen que son amantes de este deporte, también deben saber que el juego puede irse a extra inning.
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ASME